Un capo colombiano revela pagos millonarios a políticos y fiscales del país

Skorpio 04.07.12 22:58

*¿El antiguo capo de la mafia, Carlos Ramírez Abadía, lo denuncia en su diario

* Al descubierto peligrosas amistades de los mafiosos con la clase política

4 julio 2012

Un explosivo diario secreto de alias 'Chupeta', capo del desaparecido cártel del Norte del Valle, preso en la actualidad en Estados Unidos, deja al descubierto las peligrosas amistades de los mafiosos colombianos con la clase política, militar, policial e, incluso, guerrillera.

En unas 300 páginas, Carlos Ramírez Abadía, su verdadera identidad, relata los pagos que supuestamente hacía a todo tipo de personas para llevar a cabo sus negocios. Lo más llamativo son los nombres del ex Fiscal General de la Nación, Luís Camilo Osorio, el del ex senador Carlos Alsonso Lucio, casado con la anterior Fiscal General, de 16 generales, algunos conocidos por su trayectoria honesta, y miembros de las FARC como alias 'John 40', uno de los encargados del narcotráfico en dicha banda terrorista.

'Chupeta', que fue capturado en Brasil, donde se escondía tras la fachada de un próspero comerciante, explica en una carta que el diario secreto, revelado por la cadena FM de RCN, es su seguro de vida. El documento, escrito en el 2006 sobre hechos que datan de las décadas de los 80 y 90, lo halló Inteligencia de la Armada en el 2009. Enseguida lo remitió a la Dirección Nacional del CTI (cuerpo de investigación de la Fiscalía) y de ahí pasó a una Fiscal anti-mafia. Nada hicieron hasta la llegada del nuevo Fiscal General, Eduardo Montealegre, que reforzó un equipo del CTI para que averigüen la veracidad del contenido.

Los acusados se defienden

Luís Camilo Osorio, a quien 'Chupeta' asegura que pagaba 160.000 dólares mensuales y que también se está defendiendo de acusaciones de haber sido colaborador de los paramilitares, dijo a la 'FM de RCN' sentirse "indignado" por el escrito. "Nunca he recibido un solo peso de un criminal ni de ese señor. Uno deja muchos enemigos en estos puestos. Es increíble la cantidad de revanchas y testimonios falsos. Rechazo haber tenido relación con criminal alguno del narcotráfico, el paramilitarismo o la guerrilla".

En igual sentido se pronunció el general Manuel José Bonett, un respetado militar en retiro, analista y profesor en una Universidad bogotana. "No sabía de la existencia de Chupeta en esos años, los 90 (...) El documento se invalidad desde el momento que dicen que he recibido plata, cosa que nunca en mi vida hice de nadie".

También el general Gabriel Ramón Díaz, que fue comandante de las Fuerzas Armadas, y quien 'Chupeta' anotó que recibía 35.000 dólares mensuales, aseguró que "ni conozco a ese bandido, a ese asesino (...) Mis manos han sido limpias, mi actuación fue diáfana. Ese bandido, ese miserable, no tiene derecho a nombrarme a mí". En tono airado recordó que en el 2003 descubrió que informantes y agentes de la DEA y miembros de la Policía de Colombia, entregaron un cargamento de cocaína a la mafia que había sido incautado, y ahora se estarían vengando.

"Con esos bandidos yo me enfrenté porque devolvieron la droga. Que no se ponga a quitarle la honra a gente honesta como yo. Ojala me lo hubiera encontrado para darle de baja o detenerlo. Más bien que se dedique a prepararse para rendir cuentas con mi Dios allá en el cielo", agregó.

De Carlos Alonso Lucio, que ya estuvo varias veces en el ojo del huracán por algunas de sus actuaciones turbulentas tanto con mafiosos como con paramilitares, Chupeta escribe: "Le hicimos entrega de más de dos millones de dólares porque se comprometía él y otros congresistas a sacarnos adelante el proyecto de no extradición (a Estados Unidos) y todo quedó en nada. A lo que nos llevó fue a quedar más emproblemados todavía. Este suceso me llevó a desconfiar de toda esa farsa que es la clase política y que a la larga son más mafiosos que uno".

Al parecer, por la información contenida en el diario, ya han asesinado a tres capos. En todo caso, la directora del CTI, Maritza González, que calificó de "impresionante" lo hallado, recalcó que están verificando si "los hechos denunciados son ciertos, si son coincidentes. Hasta que no tengamos un análisis profundo no podemos calificar. Apenas estamos iniciando la investigación".

El problema para los que aparecen mencionados es que en Colombia, donde los órganos judiciales filtran siempre todas las pruebas mucho antes de ir a juicio, el público ya los ha condenado.

http://www.elmundo.es/america/2012/07/04/colombia/1341419746.html

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