Morelia ¿Secuestrada por un soberano narcisista?

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Morelia ¿Secuestrada por un soberano narcisista?

Por: Rosario Herrera / 15 agosto, 2016

Rosario Herrera Guido

El análisis de la gubernamentalidad abarca

el análisis de las artes de gobernar:

el gobierno de sí (ética),

el gobierno de los otros

y las relaciones entre el gobierno de sí

y el gobierno de los otros.

Michel Foucault (Dits et écrits, Gallimard, 1984, p. 635).

Desde El Príncipe de Nicolás Maquiavelo (1513), un tratado de teoría política y de “consejos al Príncipe”, hasta nuestros días, de una u otra forma, se sabe que para gobernar es indispensable el autogobierno del soberano, en la jerga de nuestros gobiernos republicanos, mandatario (que no es el que manda sino el depositado del mandato popular). Ya que si no existe el autogobierno del mandatario, que consiste en el cuidado de sí, bajo las diferentes formas de ascesis (la abstinencia de los placeres egoístas, el culto a su persona e imagen, el nepotismo, el autoritarismo y el patrimonialismo), condición indispensable para conformar una ética política pública, no es posible gobernar, sólo hacer como que se gobierna y, en consecuencia obscenamente y erráticamente.

¡Morelia del Sagrado Corazón de Jesús!, como la bautizaron los conservadores en el siglo XIX, como hace años, a lo largo de todos estos días lluviosos, densos en tormentas, se inundó de publicidad “política” (espectaculares, combis, cines, radio y televisión). Como antes, en todas las campañas de Alfonso Martínez Alcázar, primero en cintillas sus ojos azules por todos lados, luego su sonrisa y sus dientes, para ser candidato a Senador y más tarde Presidente Municipal, apelando a su belleza física en lugar de sus ideas y su amor civil, ciudadano y republicano. ¡Qué frivolidad, qué bochorno, qué exceso! Por todas las avenidas y el libramiento espectaculares, también los puentes, y no se diga las radiodifusoras: un spot sí y uno no, todo el día y durante días. De dar vergüenza ajena. ¿Quién lo aconseja? ¿Se deja aconsejar? ¿Sabe distinguir entre un buen consejo y un mal consejo? Caray, ni Manuel Nocetti, que con su propio capital pudo promover su personalidad hasta el límite del hartazgo ciudadano llegó a este penoso espectáculo. Porque al Presidente Independiente, se le olvida que es en extremo dependiente de su Ego, este sí imperdonable en una República, tolerable y hasta insoportable en una Monarquía y en una Dictadura, mucho más en tiempos de austeridad mundial, nacional, estatal y municipal.

Por eso, los comentarios partidistas, de medios y ciudadanos no se hicieron esperar. ¿Pues no que no hay dinero en el Municipio para realizar el Proyecto prometido en su Campaña a los Animalistas de Construir el Mejor Centro de Bienestar Animal de México en Morelia? Un Centro Virtual, pues después de capitalizar los votos, lo abandonó a su suerte, o al ingenio y la gestión de sus funcionarios y operadores de Servicios Públicos Municipales. Mientras en el Centro de Atención Animal falta todo, hasta inteligencia y corazón, pues se sabe que, recientemente tuvo que mandar incluso alimento para los desdichados animales sobrevivientes de las calles, Rosa María de la Torre Torres.

Como dicen las prensas libres de Michoacán, “cuestionado y entre señalamientos de opacidad Alfonso Martínez Alcázar rinde su Primer Informe”. Un “Informe Independiente” en el que presumió que su gobierno es de ciudadanos y que trabaja a favor de los ciudadanos. Por lo menos a mí me consta que tras la cosecha de votos con los animalistas, ya no quiso dar la cara para atender los Acuerdos Firmados en Campaña, pues parece que no respeta ¡¡¡ni su palabra ni su firma!!! Lástima de sonrisa, que parece afable y sincera. Y entre tanta reprobación, para colmo también circuló entre feministas que le preguntaron por la Directora del Instituto de la Mujer del Municipio que gobierna, y que Alfonso Martínez Alcázar contestó. “Ni la conozco”. Ojalá que esto no sea cierto, pues de lo contrario la Agenda de las Mujeres también va la Deriva. Una Agenda para la que hace tiempo se le pidió personalmente audiencia, pero sólo se tomó la foto, que parece que es lo único que le interesa, y la mandó a la libreta del Secretario Particular, y de la que hasta ahora no hay señales de vida.

Un Presidente Independiente, en cuyo Informe Independiente para una Morelia Independiente, también declaró que “sus intereses no son personales o partidistas, pues no sirve más que a intereses ciudadanos, por lo que su gestión es transparente”. Además de todas las faltas de palabra y de firma, y su talante de Soberano lejos de la gente, en pleno Informe le señalaron la “opacidad” en el manejo de los recursos públicos: 1) el PRI, a través de la regidora Claudia Lázaro Medina, quien calificó el sello de gobierno de opacidad, pues no se conocen los nombres de las empresas contratadas para las obras municipales; 2) Morena, a través del regidor Osvaldo Ruiz, quien le marcó que “su informe fue minimalista frente al cabildo y maximalista para los suyos”, a propósito de los contratos con consultoras privadas y la falta de información del Ramal Camelinas y 3) Un informe lleno de protestas y cuestionamientos, como las fotomultas, revocado en diferentes ciudades del país, el incremento del costo del agua, la más cara de México, y la Ciudad Administrativa que endeudará a la ciudadanía por 25 años.

Entre sus logros también puntualizó el aumento del turismo en un magro 14 %, que beneficia a hoteleros, restauranteros e iniciativa privada, más no a la ciudadanía que dice servir. Asimismo, que ha duplicado a la policía de 193 a 420 elementos, y que pretende lleguen a 840, para cuidar a una ciudad de medio millón de habitantes, un efectivo por cada mil. Y ¿qué hay de desarticular redes criminales y financieras, en lugar de multiplicar la policía tantas veces señalada a nivel nacional y local de infiltrada por el crimen organizado? Sin legalidad (desde el gobierno hacia el tejido social) y legitimidad (cumpliendo compromisos y trabajando para y con la ciudadanía), no hay gobernabilidad y gobernanza. Hasta el Papa Francisco sabe que no se trata de multiplicar policías y cárceles sino de una nueva ética gubernamental que se despliegue en ética política pública, sin la que todo pueblo está amenazado de pervertirse y zozobrar.

Pero…entre protestas, lo más urgente de Informar y Transparentar de Alfonso Martínez Alcázar es el Escandaloso Dispendio en Publicidad en Imagen Pública, tan narcisista como baladí: que informe cuánto y de dónde, y qué se dejó de hacer para difundir el siempre desafortunado culto a la personalidad, más en tiempos de penuria, y sólo para Anunciar su “Informe Independiente”, ¿no creen Señores Regidores que nos representan?

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