El grupo que tiene en jaque al gobierno de la capital mexicana (un colgado, un calcinado, otro con narcomensaje) se formó y fortaleció mientras Miguel Ángel Mancera negaba la existencia de crimen organizado. Y se hizo en sus prisiones, como Santa Martha, desde donde opera una red de extorsión que cruza el país (de Chihuahua a Cancún) y llega a Sudamérica. Esta es parte de una historia que será contada aquí, en SinEmbargo…