Mientras aumentan la pobreza y la precariedad en México el PRD perdió el rumbo

Skorpio 30.09.15 22:49

Mientras aumentan la pobreza y la precariedad en México el PRD perdió el rumbo

Por: Ivonne Acuña Murillo / 29 septiembre, 2015

El Partido de la Revolución Democrática, nacido hace 26 años, ha dejado de representar, en los hechos, las necesidades de los grupos menos favorecidos. Temas “más importantes” ocupan su atención.

1) Su crisis interna marcada por la pugna entre las diversas “tribus” que lo conforman, las cuales se enfrentan desde sus diversas clientelas para lograr cuotas de poder y recursos económicos; la falta de liderazgos aceptados dentro y reconocibles desde fuera; la salida de grandes figuras como Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Marcelo Ebrard Casaubón, Alejandro Encinas Rodríguez, entre otros.

2) La pérdida de votantes y su caída a segunda fuerza política en la Ciudad de México, su bastión desde 1997 y su imposibilidad para dejar de ser la tercera fuerza a nivel nacional.

3) La pérdida de credibilidad y confianza por haberse convertido en una oposición “cómoda” a raíz de la firma del Pacto por México y haber avalado reformas como la fiscal.

4) Una dinámica interna que parece destruirlo desde adentro.

Ésta última se monta en las características que desde su origen han impedido al PRD pasar por un proceso de institucionalización donde priven las reglas y no los caprichos caciquiles, como la división en corrientes que basan parte importante de su fuerza en clientelas sociales formadas al amparo de las necesidades concretas de grupos sociales en situaciones desventajosas y la admisión al partido de personajes de cuestionable trayectoria con tal de asegurar una base social amplia, o procedentes de otros partidos que dejaron de asegurarles candidaturas y puestos en los diversos gobiernos sin importar su calidad moral.

Sumado a esto, parece existir por parte de una de tales corrientes la intención de alejar al partido de un proyecto político de izquierda comprometido con elevar la calidad de vida de los millones de pobres que habitan en México, 55% de la población total, y de las clases medias empobrecidas, que enfrentan esta situación como resultado de un modelo económico que fracasó rotundamente y que incumplió la promesa de derramar sobre la población los beneficios que traería consigo el saneamiento de la macroeconomía y que, por el contrario, no sólo amplió la brecha entre ricos y pobres sino que generó una enorme concentración de la riqueza en el 1% de la población mundial.

El PRD perdió el rumbo, se alió a su enemigo histórico, olvidó la ideología que lo distinguía de la derecha y abandonó su papel como opositor del partido político que se ha empeñado en imponer, a toda costa, el paradigma económico neoliberal, el PRI, por supuesto. Argumentando madurez política dejó pasar 11 reformas estructurales sin asegurarse del beneficio que éstas supondrían para la población; mimetizándose con la derecha se cobijó bajo su sombra para “ganar” elecciones que de otra manera perdería, incluso anuncia sus próximas alianzas con el PAN, en un intento por ganar la mitad de las gubernaturas que se disputarán en 2016; desligándose del PRI rechaza coaliciones con este partido una vez que le ha hecho el trabajo sucio, tratando de recuperar a sus votantes simulando ser una oposición real.

Y mientras el PRD se pierde en sus mezquindades y abandona no sólo sus banderas políticas sino la representación de los grupos que de manera tradicional se asocian con la izquierda en cualquier parte del mundo, el país sufre de un estancamiento que casi tiene los mismos años que el PRD. De acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México enfrenta un grave problema de atraso, motivado por los niveles de pobreza y desigualdad alarmantes, provocados por el estancamiento económico que sufre desde hace 30 años. La representante del BID en México, Mercedes Aráoz, alertó sobre la baja posición que ocupa el país con respecto al resto de las naciones de América Latina y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y sostuvo que las cifras de México en materia de pobreza son preocupantes. Enfatizó que “México es uno de los países con mayor desigualdad y con altos niveles de pobreza. El 55 por ciento de las personas está en situación de pobreza, lo que me parece es una cifra alarmante”.

Por supuesto, no puede culparse al PRD de tal estancamiento, pero sí de ocupar un espacio en el espectro político fingiendo representar a quienes sufren los efectos negativos de una política económica sesgada en beneficio de las clases privilegiadas.

Y en tanto el PRD mira hacia adentro y se debate entre ser una oposición simulada o un partido susceptible de retomar el camino perdido, afuera, la gente sufre los embates de su falta de resultados. Como muestra un botón: Nancy llegó la mañana del 13 de septiembre de este año a una tienda Wal-Mart a comprar una crema. Una vez que la pagó se dirigió a la salida donde fue detenida por un guardia de seguridad quien “le exigió el ticket, Nancy se puso nerviosa y se le cayó una charola de carne y una mantequilla, cuyo costo sumaba 59 pesos.” Nancy fue remitida al Ministerio Público donde la representación legal de Wal-Mart se negó a alcanzar un acuerdo reparatorio, como lo establece el sistema penal acusatorio para delitos no graves, por lo que el MP debería abrir la Carpeta de Investigación y enviar el caso ante un juez.

En su defensa Nancy explicó que se decidió a robar pues debía alimentar a sus dos pequeños hijos y no contaba con los recursos para hacerlo. Casos como el de Nancy se replican por todo el territorio nacional mientras partidos como el PRD se miran el ombligo, y el PRI y el PAN se esfuerzan por mantener el statu quo.

En estas condiciones el PRD distrae votos que de otra manera podrían dirigirse a apoyar alguna otra fuerza política que genuinamente represente los intereses de las y los votantes tradicionales de la izquierda; ocupa curules y vota iniciativas que no salvan a la población del hambre, la pobreza, la competencia descarnada por recursos, el abuso de los grandes corporativos que como Wal-Mart “no perdonan” a una mujer que se vio obligada a robar por “hambre” y en su lugar exige se le aplique todo el peso de “la ley”, “su ley”, aquella que protege la propiedad privada y el robo legal que se comete al comercializar productos muy por arriba de su costo de producción, que permite el encarecimiento de los precios de los alimentos bajo la supuesta ley de la oferta y la demanda, que admite que los alimentos coticen en la bolsa y se vean sujetos a la especulación y a los vaivenes del mercado bursátil.

Éste y muchos otros reproches pueden hacerse igualmente a los demás partidos, al PRI, al PAN, a la llamada “chiquillada”, pero en esta ocasión el reclamo mayor es para el PRD, partido que usurpa un lugar que ha perdido gradual pero decididamente y que impide que otras fuerzas políticas influyan y modifiquen el esquema de poder que mantiene a los más débiles bajo la bota del más fuerte.

Ante este panorama cabe preguntarse si MORENA, Movimiento de Regeneración Nacional, podrá recoger la estafeta perdida por el PRD y, no sólo representar los intereses de la mayoría de la población que ha quedado al margen de los beneficios del “desarrollo”, sino incidir efectivamente en el cambio de rumbo de una política económico-social diseñada para favorecer a las minorías rapaces.

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