CAPOS DEL NARCOTRAFICO - *BENJAMIN ARELLANO FELIX

Después de nueve años en la clandestinidad, un rastro de las víctimas mutiladas y miles de toneladas de cocaína, Benjamín Arellano Félix, uno de los capos más poderosos de México y el proveedor de un tercio de la cocaína de Estados Unidos, fue finalmente derribado por la forma de la barbilla de su hija.

De acuerdo con nada menos que ministro de Defensa del país, Ricardo Vega, sobresalía - al parecer como resultado de un crecimiento inusual - lo suficiente para decirles a sus fuerzas especiales que estaban en el camino correcto. "Una vez que sabía que estaba con su familia, podríamos seguir la pista de donde estaba siguiendo la pista de su hija con el mentón prominente", Vega se jactó en la televisión mexicana.

Que siguió a la niña de nuevo a una casa de tres habitaciones en una calle suburbana-de-sac, en Puebla, 65 kilómetros de la ciudad de México, donde los vecinos conocían al traficante como un amable, fumando cigarros, de 49 años de edad llamado hombre de familia Manuel Treviño. Las tropas entraron y detuvieron a Arellano Félix a la 1 am del sábado pasado, deslizando las esposas sin disparar un solo tiro. De manera que el anti-clímax, un feudo brutal fue humillado que una vez rivalizaba con el poder del Estado mexicano por sí solo en la península de Baja California, y a horcajadas sobre la frontera con Estados Unidos con facilidad imperiosa.

La organización Arellano Félix y sus hermanos corrían era conocido localmente como el cartel de Tijuana, después de la ciudad de oropel, frontera violenta en que se basa. Pero los EE.UU. Drug Enforcement Administration (DEA) siempre se refería a ella con respeto, como la Organización Arellano Félix, la AFO, y declaró que "una de las más poderosas, violentas y agresivas organizaciones de tráfico de drogas en el mundo".

Fue una presencia insidiosa en los barrios, suburbios y pueblos de ambos lados de la frontera. La corrupción de todo lo que tocaba inspiró la película, Tráfico, que en todo caso restó importancia a gusto de la banda de la sangre, a fin de hacerla soportable de ver.

En el transcurso de la última década, la AFO se volvió un corredor de 100 kilómetros entre Tijuana y Mexicali en una tubería enorme de la cocaína, marihuana y las anfetaminas. Las drogas cruzaron en coche, en barco por la costa del Pacífico, e incluso por los túneles.

El mes pasado, la policía actúa sobre un chivatazo buscado una granja en el lado de la frontera de EE.UU. y descubrió una caja fuerte debajo de la escalera. Que la abrió, pero la encontró vacía y estaban a punto de pasar, cuando alguien descubrió que el piso de seguridad era demasiado alto. Era un fondo falso, y debajo de un árbol fue descendiendo a un túnel de 1.200 m, con luces eléctricas y rieles que había dado miles de millones de dólares de drogas en la frontera mexicana.

A pesar de la audacia de la pandilla, y pese al hecho de que era tan conocida que llevaba el nombre de la familia, los hermanos Benjamín, Ramón, Eduardo y Javier permanecido intocable durante 13 años. Esto se hizo, en parte, con prodigiosas cantidades de dinero en efectivo. Compraron el anonimato, sobornando a los políticos y policías a granel, a costa de un estimado de $ 1 mA semana.

Aquellos que no podían comprar, que mataron. Asesinaron con displicencia y con aparente gusto. Las estimaciones del número de víctimas van de 300 a más de 1.000. Ellos mataron a los testigos, transeúntes, policías, dos jefes de la policía, varios comandantes de la policía federal, los jueces y hasta un cardenal católico romano, Juan Jesús Posadas Ocampo - murieron en el aeropuerto de Guadalajara en 1993, cuando miembros de las pandillas AFO confundieron el automóvil del cardenal por el de un narcotraficante rival . La metedura de pata obligaron a los hermanos que se encuentran de baja y adoptar nombres falsos, pero que siguen viviendo en la confianza informal, aparentemente sin miedo de la captura.

Thomas Constantine, ex administrador de la DEA, dijo que en Tijuana y Baja California, la AFO "se había convertido más poderoso que los instrumentos de gobierno en México".

"Por eso es que son capaces de operar de la manera que operan en la actualidad y es por eso que rara vez, si acaso, ante la justicia", dijo.

Los hermanos Arellano Félix, ganó su primer gran éxito en 1989, cuando su tío fue a la cárcel. Miguel Angel Félix Gallardo dirigió un negocio de tráfico de drogas de Tijuana y había empleado a sus sobrinos de estado de Sinaloa, después de que mostró al comienzo de contrabando de electrónica de consumo durante la promesa de la frontera. Cuando la suerte el tío de Miguel salió corriendo y fue capturado, que heredaron la ruta de la droga, y la convirtió en una franquicia de mil millones de dólares.

Desde el principio, Benjamín y Ramón llevó a la empresa - El Min y El Mon se llamaban a sí mismos, en una abreviación infantil de sus nombres. Benjamín había cerebros y un toque estratégico determinado, mientras que Ramón, 11 años menor que él, fue el ejecutor "- una tarea a la que se adapta perfectamente.

Uno de los sociópatas de la naturaleza, parecía prosperar en el asesinato. Él pasearse en un Porsche rojo, llamativamente vestido con una chaqueta de visón y joyas de oro macizo, cruzando las calles de Tijuana, donde su estilo engreído se convirtió en un imán para los hijos aburridos de la ciudad es rico. Varios de ellos se convirtió en "Ramón narco-juniors", la confianza en delincuentes de fondos que, cuando no estaban matando a los negocios, muerto de aburrimiento simple.

"Donde hay peligro, que es donde se encuentra Ramón, un ex" narco-junior ", Alejandro Hodoyán, dijo a los agentes de narcóticos de México en 1996, en una entrevista grabada más tarde obtuvo por el diario mexicano Proceso. "En 1989 o 90, estábamos en una esquina de Tijuana sin nada que hacer y nos dijo ..." Vamos a matar a alguien. ¿Quién tiene una cuenta pendiente? " Coches pasaría y él nos pide que nos conocía. La persona que señaló que aparecen muertos en una semana. "

Hodoyán afirmó más tarde que la policía le había obligado a decir esas cosas. No le ayudó. Un día, fue tomado por hombres armados en las calles de Tijuana, y eso fue todo. Su cuerpo nunca fue encontrado.

Don Thornhill, un agente de la DEA que fue testigo de la obra del AFO en ambos lados de la frontera, dice: "En mis 17 años en este trabajo, nunca he visto a un grupo más violento. Mataban gente que no cooperó. Ellos mataría a las personas que no pagar una tasa o un precio (para mover drogas a través de su territorio). Ellos matan a las personas que no eran necesariamente desleal a ellos. Mataron a un ejemplo. "

La AFO establece su sangriento ejemplo, en un pueblo de pescadores llamado El Sauzal, que tuvo la desgracia de estar en casa a un menor traficante de drogas de la liga llamado Fermín Castro. Castro, pagó sus deudas en su totalidad ya tiempo, pero la AFO, evidentemente, decidió que él podría llegar a ser demasiado competitiva. Así el 17 de septiembre de 1998, hombres armados llegaron en medio de la noche, alineados a cada hombre, mujer y niño que pudieron encontrar contra una pared y les dispararon. A 15-year-old girl y 12 años de edad fueron los únicos supervivientes.

Ramón y sus narco-juniors no sólo el asesinato. Ellos desarrollaron un gusto por la tortura y la mutilación. Uno de los colegas mexicanos de Thornhill, un fiscal llamado José Patiño Moreno, desapareció de una calle de Tijuana, en abril de 2000, junto con dos ayudantes, un fiscal especial, Oscar Pompa Plaza, y un capitán del ejército mexicano, Rafael Torres Bernal Cuando sus cuerpos fueron encontrados cerca de Patiño coche destrozado, que habían quedado irreconocibles. Casi todos los huesos de su cuerpo se había roto ( "Eran como sacos de cubos de hielo," dijo un policía en el momento) y la cabeza había sido aplastada en una prensa industrial.

La policía local insistió, absurdamente, que los tres hombres habían muerto en "un incidente de tráfico lamentable", y fue una sorpresa para nadie que cuando el poder de la AFO, finalmente comenzó a disminuir, dos comandantes de la policía federal fueron acusados por los asesinatos de Patiño.

Desaparición de Ramón fue adecuadamente ostentosa. El 10 de febrero se llevó un Volkswagen completa de narco-juniors hasta la playa de la ciudad de Mazatlán, con la intención de matar a un líder de una banda rival a la altura del carnaval de Mardi Gras. Pero se dirigían en dirección contraria por una calle de un camino en una patrulla de la policía que vio sus armas. Un tiroteo se produjo y el día terminó con tres cadáveres en las calles de fiesta de Mazatlán.

Uno de los cuerpos llevaba una tarjeta de identidad a nombre de Jorge Pérez López (la versión mexicana de John Smith), pero por el momento la policía dio cuenta de que la tarjeta era falsa, el cuerpo había desaparecido. Algunos "parientes" se había tomado de las manos de la funeraria local, que había sido reducido a un miedo silencioso por el encuentro.

Sólo cuando la policía examinó detenidamente las fotografías de la escena del crimen que se dieron cuenta de que podría haber matado a Ramón Arellano Félix, uno de los del FBI 10 fugitivos más buscados, y el asesino más prolífico de la historia moderna de México.

Con la muerte de Ramón de la AFO parece haber perdido su brillo de la invencibilidad. El hechizo se rompió y Benjamín Arellano Félix claramente lo sabía. Él tenía sus maletas y se dispuso a huir con una cartera de peluche con $ 100 billetes cuando los soldados llegaron por él en las primeras horas de la mañana del sábado. Dentro de la casa en Puebla, también se encontró un santuario dedicado a Ramón.

La muerte de Ramón y la detención de Benjamín partió celebraciones de gobierno en ambos lados de la frontera. El administrador de la DEA, Asa Hutchinson, declaró que estaba "éxtasis". Era, dijo, "un gran día para la aplicación de la ley".

El presidente mexicano, Vicente Fox, también declaró que "un gran triunfo para la justicia", pero para él era mucho más que eso. Es un político reformista que luchan por obtener el control sobre la nación difícil de manejar, a veces anárquico, fue elegido para dirigir. La victoria sobre la AFO es un paso importante hacia la soberanía real.

Por su parte, Don Thornhill celebró en voz baja. Se llevó a sus hijos a navegar. Él es consciente de que el superviviente hermanos Arellano Félix ahora tratará de hacerse con el control de la AFO, y que sus rivales se tratará de tener una parte de sus rutas de la droga. La vida podría ser aún más impredecible y violento.

Lo único seguro en todo esto es que las drogas siguen fluyendo y en unas pocas semanas o meses, Thornhill promesas ", que será como de costumbre".

México está atrapado entre las fuerzas implacables de la oferta y la demanda. La cocaína sigue siendo agitado hacia el sur, en Colombia y en otros lugares, y el consumo de estupefacientes estadounidense no muestra señales de disminuir. "Nosotros en los EE.UU. hay que mirar largo y duro en nosotros mismos", dice el hombre de la DEA. "Tenemos un deseo insaciable de las drogas y si no podemos conseguir una manija en la demanda, no vamos a ninguna parte".