El lado mexicano de la Luna

seven 17.09.12 7:27

15/09/2012 elmundo.es

'Hecho en México' huele a cempasúchil (la flor de muertos), copal, tierra y al ambiente cerrado del metro. Sabe a mezcal, cerveza, tortillas. Suena a banda grupera, son jarocho, rap y 'cri-cri' (unas populares canciones infantiles), a arpa y albures (juegos de palabras con doble sentido y tintes generalmente sexuales). Es colorido, místico, guadalupano y fronterizo.

"Déjenlo pasar su siesta y el gigante despertará con una fuerza brutal", dijo la cantante Chavela Vargas. "Era un rancho electrónico, con nopales automáticos, marías ciclotrónicas y su campesino sideral", describe Ruben Albarrán, del grupo Café Tacuba.

¿Qué es México y qué significa ser mexicano? La pregunta fue el punto de partida del músico y director de cine británico Duncan Bridgeman y la productora mexicana Lynn Fainchtein para construir un "enorme puzle improvisado que no sabía en qué iba a acabar", confiesa en una entrevista con ELMUNDO.es.

El rompecabezas terminó en 'Hecho en México', un documental que une una mirada extranjera con muchos guiños nacionales y se estrena el próximo día 21, en plena resaca de las fiestas patrias mexicanas de este fin semana.

Viaje audiovisual

Para su creador, se trata de un viaje audiovisual que muestra "el lado mexicano de la Luna", esa parte cotidiana, creativa y bella con la que huir de la cruda realidad hoy marcada por la violencia. "El arte no tiene otro valor que liberarte de tus problemas, la música te saca de la rutina diaria, te transporta a un sitio más allá, te da libertad".

Entre los 60 personajes que protagonizan la pelícuca hay músicos callejeros y poco conocidos (Juan Antonio Cicerol, Rappole Gull) al lado de la propia Chavela, Alejandro Fernández, Gloria Trevy o Lila Downs. Está también la filarmónica de niños oaxaqueños de Santa María de Tlahuitoltepec y las octogenarias Maya Internacional. Hay hip-hop (Calle 13) y folclor jarocho (Mono Blanco, Cojolites), cantos huicholes (Venado Azul) y bandas norteñas (Los Tucanes de Tijuana, la Banda el Limon). Rock urbano (Molotov), música electrónica y marimba.

Toda estos contrastes se une en 24 canciones de fusión y un sin número de reflexiones de escritores, actores, activistas, curas, luchadores, etc. -con presencia destacada para Elena Poniatowska, Juan Villoro, Diego Luna, Ángeles Mastretta, Blue Demon Jr.-, que tienen como resultado un vertiginoso y sugerente 'macrovideoclip' sobre las cosas importantes de la vida y, por supuesto, sobre el sentirse mexicano. "Es una película de fronteras, de todas las fronteras posibles", resume Bridgeman.

Orgullo mexicano

'Hecho en México' surgió de una invitación de Bernardo Gómez, vicepresidente de Televisa, a Bridgeman para hacer una película que reflejara la belleza del país. El compositor británico, que ya ha hecho otros documentales con música de todo el mundo, reconoce que llegó "completamente perdido" y un puñado se sugerencias en el bolsillo, pero reconoce que tal vez todo funcionó por eso, porque no entendía las connotaciones de nada y se dejó llevar por el arte. "Solo escuché, miré, probé… y luego todo fue improvisación".

"Pronto me di cuenta de que hay un fuerte orgullo de ser mexicano, y aunque no sabía lo que eso significaba hice una lista con las cosas comunes que iba encontrando, como el humor o la Virgen de Guadalupe… Me di cuenta de que eso es lo que quería hacer en la película, recordar a los mexicanos de que ¡México es lindo!". Tras 18 meses de carretera, de 'jam sesions' en hoteles y bares con músicos que ni él conocía pero con los que la química surgió, de visitas a hogares y a guaridas de cumbieros, surgió "lo mágico", dice Bridgeman.

El documental huye de los tópicos y no pretende ser un repaso exhaustivo de lo mexicano. "El mariachi tradicional no me inspiraba, aunque si está Alejandro Fernández. Los narcocorridos... creo que escribir canciones que glorifican a los 'narcos' no es hacer lo correcto justo ahora, y se lo dije a los Tucanes. No quería glorificar la comida ni tratar la guerra contra las drogas, pero sí hablo de las adicciones al azúcar, a la cerveza, al fútbol o la cocaína en la canción 'Me gusta mi medicina'".

Cuestiones sociales
El resultado final tiene un toque alternativo y no comercial, aunque está financiado por el mayor grupo mediático del país. "Gracias a Televisa pude tener a los más famosos y que se viera bonito. Me dieron total libertad, cero control. Pude hablar hasta de 'genocidio cultural' en México".

La emigración, el hastío de la sociedad ante la violencia o la vida en las cárceles también están presentes en la película, pero con una mirada amable. "Lo que se necesita es unir a México, a la gente que está haciendo un esfuerzo por vivir la normalidad", señala Bridgeman. "Sé que me ha faltado llegar a ese otro México, más pobre y violento, pero en Monterrey me robaron y casi me secuestran y fue suficiente para aprender que no iba a ir a esos lugares. Me ponía nervioso y no iba a salir nada creativo. Así que artistas como Meme del Real (Café Tacuba) me alimentaron con la energía de ese otro lado".

A punto de estrenar el documental, Bridgeman se muestra muy satisfecho. "He conseguido mezclar lo que muchos decían que era imposible pero funciona y nunca deprime".

Uno de los momentos más emotivos de la película es ver la vida llegar con el bebé de Julieta Venegas y la vida irse con Chavela Vargas, que murió en agosto. El más surrealista e intenso para Bridgeman fue la 'première' en el Teatro de Bellas Artes del DF a primeros de mes. "Yo no soy un gran director, soy un músico 'hippy' y no me podía creer estar ahí... La alfombra roja, hablando con Emilio Azcárraga (presidente de Televisa), con los huicholes... No sé cómo ocurrió, pero ese día me sentí orgulloso. Aunque se entenderá en todo el mundo, estaba haciendo una película para mexicanos que me dijeron que lloraron al verla".

Shaika 17.09.12 8:16

ya me dieron ganas de ir a ver la peli

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