Escolar se lleva una buena tunda del director de La Tribuna de España: «Te estás jugando que alguien te corra a hostias»

El discurso del odio está azuzado por tres motivos: porque además de ser una presunta asesina, es una mujer, es una inmigrante y es negra.

Ignacio Escolar dice que Ana Julia se defendió de un niño xenófobo y machista.

Querido Ignacio Escolar, dices que vas a querellarte contra mí: recordando una frase del maestro Arturo Pérez Reverte (por cierto, a diferencia tuya, él sí estudió la carrera de periodismo) “me vas a comer los huevos por detrás”… ¡fíjate si te tengo miedo… y si te tengo ganas!
Andas echándome la culpa de que alguien pueda reventarte esa cara de judío que tienes, por decir lo que dijiste sobre la asesina del pequeño Gabriel, por justificarla como lo hiciste por ser negra y por ser mujer.
¡Qué va, pedazo de gilipollas!, tú hace mucho que andas jugándote que alguien, sobrado de dignidad y cargado de incontinencia ante tanta injusticia impune, te corra a hostias por todo Madrid. Cuando eso ocurra, no me hagas a mí responsable de que alguien te muela a palos porque andas pidiéndolo a gritos en cada falacia que escribes, en cada agresión contra la verdad y la justicia, en cada mentira publicada por tu periódico de mierda, que además es el portavoz oficial del mayor hijo de puta que hay sobre la capa de la tierra: tu jefe George Soros.
Entre tú y yo las diferencias son infinitas; es más: llego a dudar que seamos de la misma especie.

A diferencia tuya yo soy un hombre que ama a su patria y que mataría o moriría por defender la unidad de España, algo que a ti te hace mucha gracia porque eres muy progre y muy “tolerante”. ¡Ah, tus amigos de la Fiscalía para Delitos de odio por ahí van a tener crudo el poder “meterme mano” porque eso de matar o morir por la patria tuve que jurarlo un día, y ni el Estado me ha exonerado de ese juramento, ni se me ha aparecido Dios para decirme que aquel compromiso con el patriotismo ya ha caducado…!
A diferencia tuya yo soy periodista; para ti seré el peor periodista del mundo, pero soy periodista. Yo no tuve un padre (como tú) que me metió de la mano en una redacción y consiguió que me encontrara con una carrera sin haberla cursado y con la dirección de un periódico, sin más experiencia que las excelentes relaciones paternales. Por eso te llamo bastardo, porque tu papá sí era periodista pero tú no lo eres y -según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua- bastardo es ”aquel que degenera de su origen o naturaleza”. Así las cosas, tú no te licenciaste en periodismo, tú degeneraste de tu origen y de tu naturaleza profesional paternal, porque con “las buenas relaciones del papá” ya había bastante ¿verdad, querido Ignacio? Así que tenlo claro, tu única relación con el periodismo viene de ahí, de tu condición “periodística” de “bastardo”.
Ya ves, yo (que a diferencia tuya sí soy periodista) y piensen lo que piensen tus amigos de la Fiscalía para Delitos de odio, hago mía esta frase de José Antonio (por cierto eres tan embustero y tan mal nacido que te atreves a llamar asesino a José Antonio, a un hombre bueno que fue asesinado por un pelotón de los tuyos, de los del frente popular):
“¿Quién ha dicho que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria”.

Tú, Ignacio Escolar, sistemáticamente mientes como un bellaco, te cagas en la unidad de España, ofendes a la verdad, a la justicia y a la patria que te vio nacer en cada una de las palabra que escribes o que salen por tu asquerosa boca. Así que ya me gustaría que tuvieras que andar cambiando de domicilio cada tres meses, saliendo a la calle siempre con escolta y mirando debajo de tu vehículo… exactamente como vivo yo por practicar periodismo verdadero y por amar a mi patria, conceptos que para ti son tan desconocidos como la física cuántica.
No, chaval, con lo “tolerante” que se ha vuelto España no creo que nadie te sople un par de buenos mamporros por ser tan roedor, tan miserable y tan cobarde. Pero te aseguro que si alguien lo hiciera, no sólo no lo lamentaría lo más mínimo sino que hasta descorcharía una botella de cava (de mi tierra, ya ves, cava valenciano) para celebrarlo. ¿También me van a imputar tus amigos de la Fiscalía para Delitos de odio por alegrarme si alguien te da una mínima parte de tu merecido?
Mal, mentira, manipulación mediática y adoctrinamiento son las características de eldiario.es
El odio, ¡pedazo de imbécil!, no puede legislarse ni penalizarse; el odio (lo mismo que el amor) es un sentimiento y los sentimientos jamás pueden ser punibles. Y ya ves, yo como amo el bien odio el mal, como amo la verdad odio la mentira, como amo el periodismo odio la manipulación mediática y el adoctrinamiento: mal, mentira, manipulación mediática y adoctrinamiento son las características de eldiario.es que tú diriges.

Por cierto, Nachete, para hablar del periodismo que hacemos en La Tribuna de España deberías lavarte la boca con salfumán. Osas escribir sobre nosotros que somos “un negocio de la mentira y el odio”… pero si eso es, precisamente, lo que haces tú todos los días al frente de eldiario.es, la mayor basura de las muchas que se llaman periódicos en España, financiada -además- con el dinero manchado de sangre de Soros y de sus «franquicias».
No me busques por ese lado, no ofendas el trabajo honesto (pese a la falta de medios, amistades y mecenas) que hacen mis redactores porque eso no te lo consiento, ni a ti ni a nadie.
Dices literalmente: ” El medio se llama La Tribuna de España y es el sucesor de La Tribuna de Cartagena… Ya les han cerrado varias páginas, desde que empezaron con La Tribuna de Cartagena, y aquí siguen”

¿Ves cómo eres un auténtico hijo de puta? Jamás me han cerrado judicialmente una web, no existe ninguna sentencia judicial ¡NIN GU NA! que me haya clausurado ningún periódico, ni ahora ni nunca: todo cuanto afirmas es uno de más de esos embustes que lanzas como si cualquier cosa y sin asumir que las mentiras y las ofensas tienen consecuencias. A mí no me sorprenden tus mentiras sobre mí porque, al final, no haces otra cosa sino mentir desde que te levantas hasta que te acuestas y encima ganas por ello, por ser un cerdo mentiroso, mayor salario que el presidente del gobierno. Es lo que tiene trabajar para Soros: si las felaciones son de su agrado, sus esbirros están muy bien pagados.
Andas llorando por los platós de que te he llamado “bastardo», «despreciable roedor», «portavoz del mal», «esbirro» y «pseudoperiodista»: lo de bastardo ya te lo he aclarado con anterioridad (pese a que dudo mucho de que lo hayas comprendido). Despreciable roedor te viene al pelo si consultaras el Diccionario de la RAE que en su segundo acepción lo define como «aquel que conmueve, punza o agita el ánimo”. ¿Qué haces desde tu mísero panfleto sino intentar conmover a los lectores con burdo adoctrinamiento y agitar el ánimo contra todos los que piensan diferente a lo que publica eldiario.es?
Tú sí deberías estar imputado por múltiples delitos de odio: odio hacia los cristianos, odio hacia los heterosexuales, odio hacia los blancos y odio hacia los patriotas. Tú, Ignacio Escolar, odias toda aquella condición que hace de un hombre un ser humano justo y noble, y ni siquiera odias por ti mismo, sino por órdenes de quien te paga, de ese George Soros que te pasea de la correa y ante el que te sientas, entregas la patita y mueves el rabo. Que eres un portavoz del mal creo que necesita poca explicación: defiendes toda ausencia de valores morales, pones en práctica todos los subterfugios posibles para manipular la opinión pública y no tienes el menor reparo en defender sistemáticamente lo injusto, lo inmoral y lo despreciable; ni Satanás te elegiría como su vocero porque no se fiaría de ti. Te quejas de que te llamo esbirro, es decir (siempre con el Diccionario de la RAE como testigo) “aquel que sigue servilmente a otro por dinero o por interés”… exactamente describe tu relación mercantil con el judío húngaro y maligno George Soros. Y lo de pseudoperiodista creo que necesita poca aclaración: resulta lamentable que cada año salgan de las Facultades de Periodismo cientos de chavales con notas brillantes, que se han dejado años de estudio y dedicación para acabar trabajando de repartidores de Tele-Pizza o de cajeros de Mercadona (en el mejor de los casos) por no haber tenido la fortuna de haber tenido un “papaíto” como tu querido Papuchi.

¿Por qué no cuentas en los platós que sois tan malos periodistas que hasta hiciste que una redactora tuya me llamara por teléfono para preguntarme de dónde había sacado una información sobre Ortega Smith, el dirigente de VOX? Si un redactor mío te llamara a ti para preguntarte de dónde sacas una información, le pegaría tal patada en los cojones que se marcharía de La Tribuna de España sin pasar por magistratura.
Lo que ocurre es que los redactores jóvenes aprenden de su director: los míos tienen un ejemplo de periodismo (mejor o peor, pero periodismo), de valentía, de jugarse el gaznate y de honestidad. Tus redactores sólo pueden aprender de ti servidumbre, vileza, maldad y pseudoperiodismo; viendo cómo te arrodillas entre las piernas de Soros, tú no puedes tener otro modelo de enseñanza que aquel que hizo famoso la becaria norteamericana Mónica Lewinsky.
Así que nada, majete, nos veremos en los juzgados, y antes me tomaré un par de lexatines para calmar las ganas con la que te metería la hostia que andas pidiendo a gritos desde hace muchos años.