El Parlamento catalán da por iniciado el proceso independentista

**Administrador** 19.07.17 19:58

El Parlamento catalán da por iniciado el proceso independentista

Los independentistas se ven legitimados para poner en marcha el proceso de secesión

DANIEL G. SASTRE / CRISTINA RUBIO
Barcelona
ACTUALIZADO 27/10/201503:58

La undécima legislatura catalana desde la recuperación de la democracia arrancó ayer llena de incertidumbres. No se sabe cuánto durará, ni quién será el presidente de la Generalitat, ni siquiera si cerrará «la etapa autonómica», como ayer proclamó Carme Forcadell.

El resultado de las elecciones del pasado 27 de septiembre ha dejado tantas dudas que cualquier conjetura es arriesgada.
Pero la nueva presidenta del Parlament aprovechó la sesión constitutiva para dejar claro que los independentistas se ven legitimados para poner en marcha el proceso de secesión: pese a que se quedaron en el 48% de los votos, tienen la mayoría absoluta en la Cámara, y eso parece bastarles. Forcadell cerró su discurso dando vivas al «pueblo soberano» y a la «república catalana».

Pese a la voluntad de Forcadell de dar un tono inédito a la sesión, la liturgia fue la de siempre. Se constituyó la mesa de edad, formada por el diputado de más edad (Julià de Jòdar, de la CUP) y los dos más jóvenes (Gerard Gómez del Moral y Joan Giner), y se votó a los integrantes de la Mesa definitiva. Estaba todo pactado y no hubo sorpresas: la coalición de Mas y Junqueras tendrá en el órgano la mayoría absoluta que no logró en el Hemiciclo, y el resto de plazas las ocuparán representantes de Ciutadans, el PSC y Catalunya Sí que es Pot.

La marca electoral de Podemos e ICV dio en realidad la única sorpresa de la jornada, discursos al margen. Forcadell se proclamó presidenta con 77 votos a favor, cinco más de los que suman Junts pel Sí y la CUP. Lluís Rabell, líder de Catalunya Sí que es Pot, explicó que esos cinco apoyos extra salieron de su partido por una «cuestión técnica» de pactos entre grupos y que no tiene «ninguna lectura política».

Rabell y sus cuatro compañeros votaron a Forcadell antes de conocer su discurso, que sí tuvo un alto contenido político.

De hecho, cuando se levantó la sesión los grupos no independentistas dieron por corroboradas sus sospechas de que la ex líder de la ANC no puede ser un árbitro imparcial.
La nueva presidenta del Parlament dividió su intervención, muy corta para lo que es habitual en estos casos, en dos partes. De la primera no se quejó nadie: reclamó la presencia de más mujeres en cargos de alta responsabilidad, dijo que el Parlament debe ser un «ejemplo de austeridad y transparencia» en tiempos de crisis y subrayó el compromiso de todos los diputados con «el bien común».

«Estamos aquí para servir al pueblo, al servicio de la ciudadanía, hablen lo que hablen y vengan de donde vengan. El pueblo habló el 27 de septiembre con voces diferentes, y es obligación de esta Mesa facilitar que esas voces se expresen de manera ecuánime y justa», añadió.

Pero la segunda parte fue un alegato político en toda regla, donde Forcadell recordó a la activista que cerraba las manifestaciones independentistas de las Diadas.

«Estamos viviendo un momento trascendental en la historia de Cataluña», arrancó. «Las elecciones fueron excepcionales, estemos a la altura y hagamos que el legado de este Parlament sea la creación de un marco jurídico propio que dé libertad y soberanía en todos los ámbitos. Trabajemos pensando en los próximos 300 años y no en los últimos 300», añadió.

Acto seguido, paradójicamente, exhibió un ejemplar de compilación de las «constituciones catalanas» previas a 1714, fecha en que las tropas borbónicas rindieron Barcelona.

«Con esta undécima legislatura del Parlament también cerramos la etapa autonómica. Protagonizamos un momento fundacional: de un Parlament regional de competencias limitadas, recortadas y recurridas a un Parlament nacional con plenas atribuciones», aseguró.

Después, tras recordar el fusilamiento de Lluís Companys -del que el 15 de octubre se cumplieron 75 años-, y tras citar a Gandhi y a Abraham Lincoln, lanzó la proclama final: «Viva la democracia, viva el pueblo soberano, viva la república catalana».

Los diputados, divididos en el Hemiciclo por primera vez por adscripción identitaria, tuvieron reacciones enfrentadas. El bloque izquierdo, en el que por primera vez se sientan los miembros de Convergència, vitoreó el discurso y cantó Els Segadors con entusiasmo; en el derecho, los representantes de la oposición mostraban su rechazo, de intensidad variable según los partidos.

Esta irritación se hizo evidente en los pasillos de la Cámara. La líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, que será la jefa de la oposición, tildó de «excluyente» el discurso, y Miquel Iceta (PSC) reprochó a Forcadell las «proclamas de independentistas para independentistas» y le pidió que separe sus ideas políticas de su función al frente de la Cámara.

También el líder del PP en el Parlament catalán, Xavier García Albiol, cargó contra la nueva presidenta del Parlament y calificó su estreno de «inadmisible» y «lamentable».

Pese al entusiasmo de Forcadell y de Julià de Jòdar -el diputado de la CUP aprovechó su momento de notoriedad como diputado de más edad para llamar a los catalanes a «huir de la jaula» de España-, la situación en Cataluña sigue muy enmarañada.

La nueva presidenta del Parlament cumplió ayer tras su proclamación con el protocolario envío de cartas al Rey, al presidente del Congreso (Jesús Posada) y al del Senado (Pío García Escudero), y a partir de hoy se entregará a la tarea de tratar de desbloquear la legislatura.

Forcadell abrirá consultas entre los grupos para proponer candidato a la Presidencia de la Generalitat. A Mas, aspirante de la lista más votada, no le basta con los votos de Junts pel Sí, y ayer la CUP mantenía su negativa a prestarle los suyos.

El primer pleno de investidura se celebrará como muy tarde el 9 de noviembre; a partir de ahí, los partidos tienen dos meses para ponerse de acuerdo, o si no quedarán convocadas automáticamente unas nuevas elecciones.

Para tratar de ablandar a la CUP, Junts pel Sí está negociando con los anticapitalistas una «declaración inicial» de «apertura del proceso constituyente». Esos partidos convocarán un pleno extraordinario, previsiblemente a finales de la semana que viene, para reivindicar la «constitución de un Estado catalán independiente en forma de república».

Pero, mientras tanto, Convergència y Esquerra ya dan por hecho que no repetirán coalición para las generales del 20 de diciembre, y el entorno de Mas no descarta que esas elecciones abran nuevas opciones de pactos que permitan su investidura.

El president está muy tocado, pero de momento no se rinde.

http://www.elmundo.es/cataluna/2015/10/26/562e0621e2704e523f8b4578.html

**Administrador** 19.07.17 20:01

La resolución aprobada por los partidos independentistas Junts pel Sí y la CUP avala la propuesta presentada hace una semana por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Llega, además, horas después de que el Tribunal Constitucional decidiese abrir un proceso contra la presidenta de la Cámara regional por desobeceder sus indicaciones.

En agosto, el pleno del tribunal acordó suspender la resolución sobre la hoja de ruta para formalizar la ruptura con España de manera unilateral.

MÁS INFORMACIÓN : http://es.euronews.com/2016/10/06/el-..

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