Verdadero PRI, prepotente, corrupto, impune, codicioso, dictatorial, (dictadura perfecta, diría Mari

Skorpio 10.06.12 14:21

La semana pasada, como otras atrás, el PRI ha vivido momentos inquietantes provocados por ellos mismos, su pasado reciente y su presente opaco, sucio y tenebroso. Su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, ha incrementado su arrogancia y prepotencia, desde luego después de que el Periódico Reforma en cintillo publicara el resultado de su encuesta quincenal que la diferencia entre él y López Obrador están en empate técnico, sólo 4 puntos de diferencia.

De inmediato la dirigencia tricolor y el equipo de campaña trataron de justificar y desacreditar el resultado; ipso facto las encuestadoras (afines), jilgueros peñistas lanzaron sus cifras para minimizar el impacto, pero el golpe mediático estaba dado.

Para su mala suerte, esta semana, el viernes 8 de junio, se estrena en el país la película Colosio, el asesinato, una crónica del magnicidio de los priístas contra quien hace 18 años se perfilaba como el inminente ganador de las elecciones Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Esta producción revivirá en la memoria de los mexicanos de entonces y en los jóvenes de hoy, como los intereses políticos y temores de Carlos Salinas de Gortari obligaron al PRI a asesinar a su propio candidato. La razón, a 18 años de distancia, aun no la divulgan los propios responsables.

Tal vez la trama de Colosio, el asesinato, no divulgue la verdad, pero desempolvará lo que los priístas enterraron, sin embargo, la historia en sí mostrará a las nuevas generaciones al verdadero PRI, prepotente, corrupto, impune, codicioso, dictatorial, (dictadura perfecta, diría Mario Vargas Llosa) que quiere el poder, por el poder mismo, cargando una historia negra de siete décadas.

Con esta cinta quienes no sabían o sólo habían escuchado del asesinato en Lomas Taurinas, Tijuana, descubrirán el complot, la intriga que emergen desde Los Pinos, de las entrañas del PRI, de los intereses económicos y políticos del poder, para impedir la llegada a la Presidencia del carismático y popular Luis Donaldo. Momento inoportuno, inadecuado, en pleno proceso electoral –dirán los priístas- para exhibir una historia que han querido guardar en el baúl y en el sótano, que desenmascara al verdadero partido que a quien le estorba, lo incomoda, lo elimina.

Y ya que hablamos de películas y el estilo de gobernar del PRI, quien no recuerda La Ley de Herodes, otro retrato del sistema y manera de mantener el poder y control del país, en donde un priísta se enriquecía a costa de los pobladores de San Pedro de los Saguaros, enloquecido de poder asesina a su secretario de gobierno y es ascendido a diputado federal, en una frase célebre dijo “es cierto compañeros vengo con las manos manchadas de sangre, pedir perdón sería hipócrita”

Y decía que el pasado reciente hunde al partido y su candidato. ¿Quién no recuerda otro asesinato tricolor, el de José Francisco Ruiz Massieu, en mayo de 1994, ex gobernador de Guerrero, ex cuñado de Carlos Salinas de Gortari y en el momento de su homicidio, Secretario General del CEN del PRI, lo que junto con el magnicidio de Colosio, marcó el inicio de desgracias que tienen al país en la situación actual.

En septiembre de 1994 es asesinado Ruiz Massieu, de la trama de su muerte es inculpado el entonces diputado federal del PRI, Manuel Muñoz Rocha, quien desaparece el 30 de septiembre del mismo año, sin que hasta la fecha se conozca su paradero.

Quién no recuerda a José López Portillo, ex presidente de la república, un mandatario priísta déspota, fomentador de la corrupción, impunidad, nepotismo y excesos. Tres casos destacaron en su sexenio las excentricidades de su esposa Carmen Romano, quien se creó su Orquesta filarmónica, con ella como pianista, para viajar por todo el mundo despilfarrando el erario federal.

El segundo fue “el orgullo de su nepotismo”, su hijo José Ramón, a quien hizo subsecretario de estado, sin merecerlo. En la misma tesitura Arturo Durazo Moreno, un viejo amigo de juventud, fue elevado a Director del Departamento de Policía y Tránsito del DF, desde donde además de ser hecho General de División sin pasar por el Ejército y condecorársele con el Doctorado Honoris Causa del Tribunal Superior de Justicia capitalino, sin antecedentes universitarios o de práctica legal alguna, auspició el cohecho y la tortura entre los cuerpos que dirigía y se enriqueció escandalosamente acumulando autos, bienes y mansiones como "El Partenón", una estrafalaria casa de playa inspirada en el mítico monumento griego en la bahía de Zihuatanejo, Guerrero.

A su hermana Margarita, conocida como la “pésima musa”, por su adoración a Sor Juana Inés de la Cruz, la nombró titular de RTC y en el lapso de su gestión se incendió la Cineteca Nacional, se perdieron cientos de películas originales de la época de oro del cine mexicano y fracturó el sistema del teatro nacional.

La famosa frase de “defenderé al peso como un perro”, motivó la devaluación de nuestra moneda, dañó a los ahorradores de dólares en bancos, al decretar cambiar los depósitos de la moneda norteamericana, en una cosa que denominó “mexdólar”, haciéndoles perder miles de pesos.

Este es parte del pasado reciente del partido y su candidato que quieren regresar a Los Pinos, con esta historia, con estos pecados que los mexicanos no olvidan y que estarán en el juicio de la sociedad el 1 de julio.

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