Los Porkys: la suciedad del fiscal

Skorpio 29.03.16 0:52

Luis Ángel Bravo fiscal de Veracruz mandó a la congeladora la denuncia de un padre que acusó a juniors influyentes de mancillar a su hija

Por periodistasdigitales - 23 Mar 16 en Foro libre

Mussio Cárdenas Arellano/ Informe Rojo
Criminales declarados, Los Porkys tienen un aliado sin par: el fiscal. Secuestran y abusan, violan sin piedad, enlodan y se ufanan, simulan pena y vuelven a enlodar, cobijados en la impunidad que les ofrece el pervertido aparato judicial de Veracruz.
Son Los Porkys y tienen la bendición del grupo en el poder, extensión del fidelismo, ligas con el duartismo, convivencia con lo más podrido de la casta inmunda que ha gobernado el puerto de Veracruz, que construye riqueza, que pregona su lugar en el jet-set, que se escuda en las relaciones con quienes controlan, para mal, la justicia.
Son Los Porkys y tienen rostro, y tienen nombre, y tienen miseria humana. Son Enrique Capitaine Marín, Jorge Cotaita Cabrales, Diego Cruz Alonso y Gerardo Rodríguez Acosta.
Sobre Los Porkys de Veracruz hay, por lo menos, tres imputaciones graves, criminales: la violación de Daphne, el atropellamiento de un ciclista y su muerte, y la sospecha del levantón y asesinato de la joven Columba Campillo, en Boca del Río.
Y siguen libres.
En enero de 2015, por puro gusto, interceptaron a Daphne —el nombre se mantiene en reserva— y la subieron por la fuerza al auto en que viajaban, una camioneta Mercedes Benz, cuando salía de un café en la avenida Martí, en el puerto de Veracruz.
Fueron seguidos, perseguidos, pero lograron evadirse. A la chica la vejaron, la incomunicaron, la privaron de su libertad. Sometida, fue abusada sexualmente, ultrajada, violada.
Lo único que le faltó fue silenciarla, arrancándole la vida.
Aterrados ante lo ocurrido, sus padres analizaron qué hacer, cómo configurar la denuncia, cómo allegarse elementos, cómo proceder legalmente, sabedores de lo sinuoso del camino de la justicia, de la perversión con que se trata a las víctimas.
Cuatro meses después, en mayo, su padre, Javier Arturo Fernández Torres, acudió a la vía penal. Interpuso una denuncia e inició así la investigación ministerial 592/15/1ESP/VER/05, estancadaporque así es la justicia en Veracruz, por el disimulo del fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, por el influyentismo de los pelafustanes y sus decrépitas familias, por sus nexos con la peor escoria del grupo en el poder.
Un año después, Javier Arturo Fernández Torres cimbra a Veracruz y a México con su denuncia pública. Habla en una carta abierta. Describe la infamia y el dolor. Revela la existencia de los videos en que confronta a los padres de los jóvenes criminales, violadores que confiesan su delito, que fingen arrepentirse, que prometen que no volverá a suceder.
Refiere Fernández Torres la adversidad sobre sus hombros, la pena de saber que su hija fue ultrajada, la incertidumbre que provoca entender que en Veracruz el malo es bueno y el bueno es malo, la víctima es transformada en victimaria y la justicia se negocia al mejor postor o está al servicio del que trafica influencias.
Cimbra a todos el padre de la joven víctima cuando se revela el contenido de los videos en que los malvivientes admiten la violación, inundando las redes sociales, generando una condena social, y potencia la indignación al saberse que el caso no avanza, un año después, porque el fiscal “Culín”, alias Luis Ángel Bravo Contreras, gusta de manipular la ley. Y si hay allegados a la familia política, a la pandilla duartista, fidelista, acostalagunista, peor.
Extensísima, la carta refleja que a pesar de todo el daño causado, de la aceptación de la culpabilidad, los padres de Los Porkys “se han encargado de atacar, difamar y calumniar inmisericorde e inmoralmente a la víctima, con tal de evitar que sus hijos asuman su responsabilidad por el delito que cometieron”.
Los Porkys: la suciedad del fiscal Mala-690x396

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Lo juniors violadores protegidos por el dinero y la influencia de sus padres con politicos del PRI-gobierno
A Jorge Cotaita y Alicia Cabrales, padres de Jorge Cotaita Cabrales, les dice:
“Ustedes en particular han sido los más injustos, los más inhumanos, los más cínicos, los más cobardes y los más inmorales en esta situación. No encuentro adjetivos calificativos para describirlos, ya que su comportamiento manifiesta lo más vil de la raza humana. Se han encargado de difamar a mi hija y a mi familia, han pretendido hacer creer a la gente que les pedí dinero, que los estoy extorsionando. Han engañado a los que no me conocen porque las personas que sí me conocen inmediatamente rechazan esas difamaciones. La verdad será evidente en muy poco tiempo y todas esas mentiras que han dicho solo servirán para desenmascararlos”.
La carta íntegra se halla en el portal del periódico Excélsior:http://m.excelsior.com.mx/nacional/2016/03/21/1082259. Fernandez Torres exige, un año después, en prensa estatal y nacional, que se proceda contra los violadores de su hija, confesos en los videos, lo que ni por error ha logrado el fiscal Bravo.
Otro señalamiento implica a Jorge Cotaita Cabrales en un crimen. Notiver documentó el 24 de abril de 2013, el atropellamiento de un ciclista, Jonathan Peña Yáñez, en bulevar Ávila Camacho de Veracruz. Lo arrolló Cotaita al perder el control del auto, presuntamente en estado inconveniente. El sujeto murió. Y nada le ocurrió al delincuente.
Uno más: el levantón y muerte por inyección letal de la joven Columba Campillo, el 6 de mayo de 2015. Horas después de ocurrido, el diario Noreste afirmó categóricamente que la autoría se le atribuía a Los Porkys de Costa de Oro y que ya existían dos detenidos,
No fue así. Le imputaron la autoría intelectual a Ileana Trolle Mortera, sobrina de Maruchi Bravo, usuaria de las redes sociales que en 2011 fue encarcelada por el gobernador Javier Duarte, acusada de perturbación del orden público. Era una venganza. Ileana, junto con varios sujetos más, sigue en prisión, sujeta a juicio. Y Los Porkys felices.
Retrata el caso Porkys la podredumbre de un jet-set envilecido que goza de la impunidad que le prodiga el poder duartista. Se entremezclan los apellidos con dinero y el gang que desde las instituciones maniobra con la ley.
Consta esa visión en el portal Plumas Libres, que acredita la relación de Rocío Acosta, madre de Gerardo Rodríguez Acosta, con la familia del ex gobernador Agustín Acosta Lagunes.
Maryjose Rodríguez Acosta, hermana de uno de los Porkys, congregó en su boda a la familia del alcalde Gerardo Poo Gil y a Gilberto Bravo Torra, el “Rey Midas Jarocho”, el de los grandes negocios al amparo de su amigo y protector, el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
En las páginas de sociales se da cuenta de las relaciones de Rocío Acosta, madre del Porky Gerardo Rodríguez Acosta, con Claudia Beltrami, esposa del ex panista, hoy diputado local del PRI, José Ramón Gutiérrez de Velasco, presidente de la Comisión de Seguridad en el Congreso estatal y principal defensor de “Culín” Bravo, el fiscal, un vulgar relator de historias judiciales que encubren la verdad violenta de Veracruz, y del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, el solapador de policías que levantan inocentes y los entregan al crimen organizado, de jefes policíacos implicados en desapariciones, secuestros, asesinatos.
Claudia Beltrami fue diputada local mientras su marido José Ratón arrasaba con la presidencia municipal de Veracruz, su mano en el ayuntamiento, acusado a la postre de ser el peor alcalde que aquel célebre lugar.
“Felipe Nicolás Capitaine Rivera (padre de Enrique Capitaine, otro Porky), ha sido alcalde de Nautla en varias ocasiones, integrante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), amigo del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien lo puso al frente de Tránsito de Veracruz durante el trienio de Jon Rementería Sempé, y que tuvo que dejar el cargo a los pocos meses ante las presiones del grupo delincuencial Los Zetas”, dice Plumas Libres.
La hermana de Jorge Cotaita Cabrales, Marilin Cotaita Cabrales, es la actual reina del Club Libanés, “el centro de recreación de los hombres del dinero en Veracruz, Boca del Río y la región”, dice el portal.
“Diego Cruz Alonso es hijo de Héctor Cruz y Gabriela Alonso. El padre ha sido señalado en el pasado como artífices de fraudes bancarios”, agrega Plumas Libres.
Demoledor, el retrato de Plumas Libres es imperdible: http://www.plumaslibres.com.mx/2016/03/21/156436/.
Así no camina la justicia. Se pervierte. Se nubla ante la confesión de Los Porkys de su responsabilidad en la violación de la joven Daphne y la inacción cómplice del fiscal.
Fingen pesar los cuatro delincuentes, confesos del ultraje, de la violación, de la privación de la libertad, sin explicar, sin hallar palabras que expliquen cómo se puede vivir con la imagen de la mujer sometida, indefensa ante el ataque de cuatro criminales en una embestida tumultuaria.
Irrefutable, la prueba que todo México conoce por las redes sociales y los portales de la prensa, entrampa al fiscal. Dice, sin embargo, que a alguna de las partes no le agradará el dictamen, menos la consignación, si es que la hay.
“Culín” actúa rebasado, apabullado por la condena social, incapaz de explicar cómo, a un año de distancia, a un año de la comisión del delito, no ha podido llevar a los criminales ante la justicia.
Nadie lo presiona, pregona el fiscal, con ese tono del que se valen los indecentes que desprecian la ley, obvia su intención de sumir en el olvido el caso de Los Porkys y el ataque a Daphne.
“Cínico”, le llama Maryjose Gamboa Torales, la periodista de Notiver, la autora de la columna Al Aire, a quien tuvo ilegalmente en prisión por un homicidio imprudencia que ella no provocó, violando sus derechos, reteniéndola en una cárcel, remitida a Tuxpan, en manos de criminales al servicio del Pato Alberto Silva Ramos, cómplice de Javier Duarte, otro loco de poder.
“Cínico”, le dice Maryjose, hoy precandidata de la alianza PAN-PRD a diputada local por Veracruz Urbano, pues sabe el fiscal que en 180 días debió dictaminar la denuncia por la agresión a Daphne.
Va de fango en fango el fiscal Bravo Contreras, como Javier Duarte, el gobernador, torciendo la ley, salvando el pellejo de Los Porkys de Costa de Oro, confesos de la violación y otros delitos, advirtiendo que no a todos les fincará responsabilidad penal.
Es patético “Culín”. Para los amigos, complicidad a ultranza. Para el círculo social que secuestra y viola, la gracia del duartismo. Para los parientes de Acosta Lagunes, los amigos de Fidel, los cuates de José Ratón, los allegados al alcalde de Veracruz, impunidad oficial.
Nada más aberrante que saber del dolor y la rabia de la chica ultrajada, el reclamo de los padres, la confesión de Los Porkys, admitido el delito, y la justicia no llega.
Irrita a Veracruz entero el escándalo. Veracruz en manos de un aparato judicial profundamente corrupto, erosionado por el influyentismo. Veracruz en manos de un gobierno priista que acabó con la ley, que protege al violador, que solapa al criminal.
Y un fiscal que se revuelca en la suciedad.
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