Termoeléctrica en Morelos podría secar río en 20 años: amenaza medio ambiente, salud, vida y liberta

Skorpio 05.10.15 16:34

Termoeléctrica en Morelos podría secar río en 20 años: amenaza medio ambiente, salud, vida y libertad de habitantes

Por: Cecilia Balderas / 2 octubre, 2015

Termoeléctrica en Morelos podría secar río en 20 años: amenaza medio ambiente, salud, vida y liberta Termoelectrica

Revolución TRESPUNTOCERO).- Habitantes de Morelos denunciaron que la construcción de una termoeléctrica en Huexca, municipio de Yecapixtla, podría causar un ecocidio en la zona y la violación sistemática de sus derechos humanos, por lo que solicitaron a los senadores de la República, intervenir para detener el avance del megaproyecto.

Jorge Zapata González, habitante de la región y nieto de Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur, denunció que esta obra representa una amenaza para la conservación del medio ambiente, la salud, la vida y la libertad de miles de habitantes pues de construirse, la termoeléctrica emitirá gases de efecto invernadero, cenizas o humo que producirán la aceleración del calentamiento global, destrucción de la naturaleza, además de enfermedades pulmonares, oftalmológicas, congénitas y diversos tipos de cáncer, negando a la población, el derecho a un medio ambiente sano; “la termoeléctrica consumirá 50 millones de litros de agua diarios de la cuenca de Río Cuautla, regresando una quinta parte contaminada con desechos tóxicos, explosivos y radioactivos al río, cuyos recursos hídricos son utilizados por unos 15 mil agricultores para el riego de sus siembras y dan vida a la flora y fauna de gran parte de la selva baja caducifolia del suroriente de Morelos”, denunció Zapata.

De acuerdo a los datos con los que cuentan los vecinos de la zona, el permiso para el funcionamiento de la termoeléctrica es de 25 años, pero podría extenderse a 30.Tomando en cuenta la cantidad de agua que se tiene previsto que la termoeléctrica consuma diariamente, en menos de 20 años podrían quedar secos el Río Cuautla, los manantiales, pozos y arroyos de la subcuenca, dejando como consecuencia la erosión y desertificación de los suelos; además, le arrebataría a los habitantes de la región oriente y sur de la entidad, el derecho humano y constitucional al agua.

“La termoeléctrica de Huexca causará al mes tres mil 800 kilogramos de gas cloro, que en caso de explosión formarían una nube tóxica en 14 kilómetros a la redonda, causando la muerte de miles de personas debido a que el gas cloro reacciona con el agua contenida en las mucosas, produciendo ácido clorhídrico, un irritante que puede llegar a ser letal”, explicó Zapata.

Además, un gasoducto…

Como parte de las obras complementarias del megaproyecto se tiene contemplada la construcción de un gasoducto que, de acuerdo a los habitantes morelenses, representa un riesgo inminente para cientos de miles de habitantes de Morelos, Puebla y Tlaxcala, no sólo porque en 2010 ocurrieron de uno o dos siniestros diariamente en instalaciones de Petróleos Mexicanos (PEMEX), sino porque el gasoducto, al igual que la termoeléctrica, en caso de una erupción del volcán Popocatépetl, bloquearía las rutas de evacuación y podría generar una cadena de explosiones e incendios ante la caída de material volcánico, además de la fuga de gases.

“Los ductos que se llevarán el agua y la regresarán contaminada atraviesan zonas densamente pobladas de los municipios de Cuautla y Ayala, al igual que el gasoducto Tlaxcala-Puebla-Morelos, los cuales están expuestos a fugas o explosiones, convirtiéndolas en zonas de riesgo grave, lo que estará generando una situación de inseguridad ante posibles desastres en el futuro, relacionados a cualquier fenómeno natural perturbador como el geológico y cualquier fenómeno químico, tecnológico o falla humana en su instalación u operación”, agregó Zapata.

El habitante de la zona denunció que el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, en complicidad con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y empresas españolas a cargo de la construcción y operación del gasoducto y la termoeléctrica, han violado las leyes de la entidad, de nuestro país, e incluso internacionales, a través de las que se protegen los derechos humanos y las garantías individuales de la ciudadanía.

Aunado a esto, los vecinos denunciaron que las autoridades han violentado el derecho a la libre manifestación de quienes se oponen al proyecto y el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos indígenas, que implica el derecho que cada comunidad tiene a decidir, de manera autónoma, sobre su territorio, incluyendo la forma del uso del suelo. “Los habitantes de los municipios de Ayala y Cuautla, así como de los demás municipios de la entidad y de otros estados circunvecinos, somos descendientes de los pueblos originarios que han venido luchando desde hace 520 años por la defensa de sus tierras, montes, aguas y cultura, quienes durante los dos primeros siglos de la Colonia obtuvieron importantes triunfos en la batalla legal por su territorio frente a un sistema hacendario que se expandió y se consolidó durante los siglos XVIII, XIX y XX, y se desarticuló a ritmo del avance o tropel de la Revolución Mexicana”, dijo Zapata.

Los vecinos de la zona exigieron la cancelación inmediata del denominado “Proyecto Integral Morelos” que incluye a la termoeléctrica, el gasoducto y los acueductos; el respeto a las concesiones de agua de los pueblos, así como el retiro inmediato de los ductos que las empresas ya instalaron, dejando desperfectos en diversas calles, red de agua potable, electricidad y drenaje, además de la reparación de los inconvenientes generados. También solicitaron la conversión de la termoeléctrica en una universidad especializada en temas de energía solar, o que las instalaciones se conviertan en el Museo de la Ignominia, “palabra que significa una ofensa pública que sufre el honor o la dignidad de una persona a un grupo social; es decir, el deshonor, descrédito de quien ha perdido el respeto de los demás a causa de una acción indigna o vergonzosa”, explicó Zapata, para luego añadir que, aunque la termoeléctrica no cuenta con los permisos para continuar con las obras, esto no ha impedido que se sigan realizando.

“No vamos a permitir que el pueblo donde nació el agrarismo, donde nació mi abuelo el general Zapata, no vamos a permitir ni ahora ni nunca que vayan a enriquecerse manos extranjeras a costillas de los recursos del pueblo de Morelos y de todos los mexicanos. No señores, ya basta; si los gobiernos entreguistas quieren hacerlos ricos, que busquen qué les van a vender, pero ni en el estado de Morelos, ni en la República mexicana vamos a consentir ya el despojo de que nos están haciendo objeto todos nuestros gobernantes”.

El nieto de Emiliano Zapata, subrayó que de ponerse en marcha la termoeléctrica, a electricidad que generaría se comercializará en California y Latinoamérica.

“Por eso a Graco le interesa la ampliación de la autopista de La Pera de Tepoztlán; le interesa echar a andar todas las vías perdidas, pero no es para que nos apoye a nosotros los campesino, es para el saqueo de todos los recursos minerales que van a extraer de las minas porque hay 26 permisos para explotación minera en el estado de Morelos; por eso les urge ampliar las carreteras, para el flujo rápido de todos sus carros y el saqueo de todos los minerales que puedan extraer de Morelos”, denunció.

Despojos, generadora de conflicto social

El senador Alejandro Encinas Rodríguez denunció que el impulso del citado proyecto ha generado un conflicto social que se desarrolla no solamente en Morelos, sino que ha implicado la movilización social de vecinos de otras entidades.

“Se está pretendiendo utilizar el aguar del Río Cuautla, que beneficia actualmente la actividad productiva de la comunidad de Huexca y de otras comunidades de esta región, pero que se asocia también a la construcción de un gasoducto que ya en Puebla ha generado varios conflictos de carácter social para alimentar de un gasoducto de gas natural, y que incluso hoy en Tlaxcala también ha generado fuertes tensiones”, dijo el exjefe de gobierno.

Encinas agregó que el despojo de recursos naturales, de los bienes de las comunidades indígenas, del agua, la tierra y los bosques, se ha convertido en un tema recurrente en diversas partes del país, a consecuencia de las reformas en materia energética y de hidrocarburos.

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