La guerra por Michoacán (Imágenes fuertes)

seven 30.07.13 0:17

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Cártel del Golfo, Los Zetas, Caballeros Templarios, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Cártel del Milenio y La Familia mantienen el terror en Michoacán. “La verdad, no creo que la inseguridad termine con Peña Nieto”, dice a ZETA un michoacano en medio de la guerra de cárteles. “En el último año (los enfrentamientos) se han concentrado en cuatro municipios de la Tierra Caliente, concretamente Buenavista, Tepalcatepec, Aguililla y Coalcomán”, sostiene el Director de Información del periódico Cambio de Michoacán
“Me ha tocado ver que pasan convoys (sic) de hasta 30 vehículos de Caballeros Templarios, y andan fuertemente armados”, cuenta a ZETA un abogado de Pajacuarán, pueblo de aproximadamente 10 mil habitantes de la región conocida como Zona Ciénega, junto al territorio llamado Tierra Caliente, pero sobre todo localizado cerca de los límites de Michoacán y Jalisco.

El testigo relata poco a poco cómo se libra una guerra entre Los Caballeros Templarios y el Cártel de Jalisco Nueva Generación por el control nada más de esa zona. Para empezar, el habitante de Pajacuarán confiesa cómo la policía municipal y Los Caballeros Templarios operan en confabulación:

“Me ha tocado ver cuando pasan convoys de los Templarios, de volada, en friega, recio, y las patrullas municipales se hacen a una orilla, para que pasen; o sea, están completamente comprados, están completamente amenazados, aparte de que ni siquiera al armamento le llegan, creo que hasta están más capacitados los Templarios que ellos”.

Revela que otros poblados de la zona de Ciénega de Chapala sufren la misma suerte pero con la policía estatal de Michoacán:
“Me tocó ver un caso en Venustiano Carranza (zona noroeste, 170 kilómetros de Morelia), donde estaban como en retén los estatales, al mismo tiempo cuando iban Los Caballeros Templarios los (policías) estatales se quitaron, (fingieron) como si fueran a ver un documento, para que pasaran”.

El habitante de tierras purépechas cuenta que las camionetas de Los Caballeros Templarios son casi siempre de reciente modelo: “Casi todas las camionetas son blancas las que traen; traen Ram, Cheyenne, Lobos, pocas camionetas tapadas, casi todas son camionetas grandes, blancas; traen una que otra café, pinta, pero la mayor parte de sus vehículos son blancos”.

Confiesa cómo Los Caballeros Templarios mantienen atemorizada a la zona de Ciénega de Chapala:

“Pasan dos o tres camionetas, casi diario, casi diario, o cuando mucho tardan dos días en pasar. Lo que hacen ellos es de que alarman a la gente con lonas, con volantes, les comunican que no quieren rateros, que no den información a otro cártel, mucho menos que trabajen para otro cártel, que no quieren robos, que no quieren pleitos; cuando hay un robo o cosas así de inmediato vienen y levantan a la persona que robó y la desaparecen, o sea ellos actúan como si fueran la justicia, como si fueran quienes se deben de encargar de poner paz y tranquilidad en el pueblo, pero lejos de hacerlo alarman mucho a la gente cuando entran y vienen a hacer sus cosas acá”.

El testigo michoacano advierte que Los Caballeros Templarios defienden lo que consideran su plaza:

“El Cártel de Jalisco Nueva Generación es el que quiere entrar hacia acá, y éstos (Caballeros Templarios) de aquí quieren entrar hacia allá también, ésa es la riña que traen aquí en toda la franja con Jalisco, aparte de la lucha pues que traen con los policías federales y el Ejército”.

El abogado ya está cansado y a veces considerar migrar:

“Yo a pesar de todo no quisiera salir de aquí, quisiera más bien hacer algo por que esto se terminara, no sé cómo, pero me gustaría hacer algo por que ya se terminara, y si no se puede yo creo que voy a tener que salir a otro estado más tranquilo a vivir”.

El vecino de Pajacuarán también ofrece a este Semanario su percepción de cómo la cobertura policíaca y de medios de comunicación disminuyó entre el sexenio de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto:

“Cuando estaba Calderón había más elementos del Ejército y más elementos de la Policía Federal acá; aparte de que siento que había mayor cobertura a todos los hechos violentos que pasaban, ahorita no; como que con Peña Nieto disminuyeron los policías federales, disminuyó el Ejército y se disminuyó la cobertura de medios de comunicación a nivel nacional, de mayor importancia, noticieros como Televisa o como TV Azteca”.

El testigo en tierras purépechas refiere que las balaceras que arrojaron más de 35 muertos entre el 22 y 24 de julio de 2013 en Michoacán, es solo una parte:

“Últimamente, estos días, porque las cosas se pusieron más feas comenzaron a darle un poco de cobertura, pero no a todo el estado, y no pasan ni la mitad de lo que en realidad sucede”.

La guerra por la plaza michoacana
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La guerra por la plaza michoacana no tiene fin. De acuerdo con información de la Procuraduría General de la República, por lo menos 6 organizaciones criminales se disputan la plaza: Cártel del Golfo, Los Zetas, Caballeros Templarios, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Cártel del Milenio y La Familia.

La violencia suscitada en Michoacán entre el 22 y 24 de julio no es un asunto aislado, sino que se trata de una guerra de cárteles que viene de muchos años atrás:

“Desgraciadamente Michoacán tiene una secuela de violencia desde hace aproximadamente 12 años; esta irrupción se dio precisamente a los pocos meses de que tomó posesión Lázaro Cárdenas Batel (gobernador de 2002 a 2008), el primer gobierno del PRD aquí en el estado, a partir de ahí fue cuando se dio una irrupción pública más notoria de los cárteles que disputaban la entidad”, expresa a ZETA Raúl López Téllez, Director de Información del periódico Cambio de Michoacán.

Hay que recordar que el periódico Cambio de Michoacán ha sido testigo y víctima de la inseguridad en esa entidad federativa, de hecho actualmente permanecen desaparecidos dos de sus colaboradores, María Esther Aguilar (desaparecida desde el 11 de noviembre de 2009) y Ramón Ángeles Zalpa (desaparecido desde el 6 de abril de 2010).

La Zona de Tierra Caliente es zona de guerra, advierte:

“Se ha venido dando un combate de varios grupos criminales por controlar zonas, sobre todo la zona de la Tierra Caliente, vecina con Guerrero, en donde se comparte también un tramo de costa y obviamente ésos son puntos de tránsito fundamentales para el tráfico de drogas, ahí también en esa zona se concentra el mayor número de secuestros, robo de automóviles”.

A partir de 2006, los cárteles de la droga convierten al estado en zona de guerra. Originalmente, la Familia Michoacana desde 2006 era el grupo armado del Cártel del Golfo y Los Zetas en el estado de Michoacán para combatir al Cártel del Milenio de los hermanos Valencia o del Milenio en tierras purépechas.

Luego que Felipe Calderón obtuvo la Presidencia de la República el 2 de julio de 2006, a un mes de tomar posesión de su cargo, en noviembre del mismo año, La Familia Michoacana se independizó.

La Familia Michoacana surgió por el liderazgo de Esteban González “El M5”; José de Jesús Méndez Vargas “El Chango Méndez”; Arnoldo Rueda Medina “La Minsa” (detenido el 11 de julio de 2009); Enrique Plancarte “La Chiva”; Servando Gómez “La Tuta” y Nazario Moreno “El Chayo” (abatido por el Ejército el 9 de diciembre de 2010).

A un mes de la muerte de Nazario Moreno, Servando Gómez “La Tuta” y Enrique Plancarte formaron, en enero de 2011, el grupo delictivo Los Caballeros Templarios, debido a las diferencias que éstos tuvieron con “El Chango Méndez”.

Y es en La Ruana, tierra de Servando Gómez “La Tuta”, donde se libra precisamente la guerra por el control de la plaza michoacana:

“Últimamente –refiere Raúl López Téllez–, ahí en esa zona (de La Ruana) se concentra más que nada la lucha entre lo que son los vestigios de La Familia y Los Templarios, que han tenido ya más fuerza, pero desde aproximadamente agosto del año pasado (2012) incursiona el Cártel de Jalisco Nueva Generación, y precisamente por ese lado, concretamente en el municipio de Tepalcatepec y Buenavista, en donde llegan a hacer incursiones desde el estado de Jalisco atacando a la policía municipal, incendiando a las alcaldías, y son los primeros remesones que se empiezan a dar”.

Administraciones estatales van y vienen, pero la violencia continúa en Michoacán:

“A partir de hace año y medio de que el PRI recupera el gobierno del estado pues también se dio una serie de factores, por un lado la indefinición de que PRI pudiera haber ganado la elección y de hecho eso fue objeto de una queja ante el Tribunal Electoral de la Federación por parte del PRD y el PAN, que impugnaban los resultados a favor de Fausto Vallejo Figueroa, aduciendo que había habido apoyo y amenazas del crimen organizado, concretamente de La Familia y Los Caballeros Templarios para intimidar al votante”, cuestiona Raúl López.

Lo cierto es que Fausto Vallejo asume la gubernatura para no ejercerla debido a su ausencia, pero sobre todo recibe una entidad con crisis de inseguridad y económica con una deuda estatal de más de 32 mil millones de pesos (casi igual que Coahuila, 5 mil millones menos) heredada por Leonel Godoy, gobernador entre 2008 y 2012:

“Aquí el asunto es que el nuevo gobierno recibe un estado quebrantado financieramente, los primeros escarceos de Fausto Vallejo, pues se encaminan a enfrentar mediáticamente la herencia pesada del gobierno anterior, pero también dando avisos de que el problema de la inseguridad pues no estaba controlado, porque constantemente se han dado enfrentamientos, que en el último año se han concentrado en cuatro municipios de la Tierra Caliente, concretamente Buenavista, Tepalcatepec, Aguililla y Coalcomán”, concluye el Director de Información del periódico Cambio de Michoacán.

Ni Calderón ni Peña pueden

Y si los gobiernos municipales y estatales no pueden con la inseguridad y violencia, el ejecutivo federal menos. En ocho meses de gobierno, Enrique Peña Nieto no ha podido ofrecer seguridad a los michoacanos.

Pero Felipe Calderón tampoco pudo: En su estado natal, el 6 de diciembre de 2006 inició su guerra contra algunos cárteles de la droga con el fallido Operativo Michoacán. La matazón en el sexenio calderonista aumentó drásticamente en aquel estado: De 238 ejecuciones en 2007, a 815 en 2011, y 755 homicidios dolosos nada más en 2012.

Mientras tanto, la ingobernabilidad del estado de Michoacán ha arrojado un aumento en los homicidios en la administración de Enrique Peña Nieto: En los primeros 6 meses de gobierno peñista, la Secretaría de Gobernación reporta mil 432 homicidios, de los cuales mil 017 son clasificados como “culposos” y 415 como “dolosos”.

Como marco de comparación, en 2012 la PGJE de Michoacán reportó mil 160 homicidios tanto dolosos como culposos en los primeros seis meses de ese año; es decir, en el primer semestre de 2013 hubo un aumento de homicidios del 23 por ciento en relación con los primeros seis meses del año anterior.

Finalmente, para el abogado de Pajacuarán donde los cárteles de la droga mantienen una guerra por el control de la plaza, la inseguridad no tiene fin en el sexenio de Enrique Peña Nieto:

“La verdad no creo que la inseguridad termine con Peña Nieto, no creo que esto se acabe, quisiera, ojalá que sí se acabara, son una plaga Los Caballeros Templarios, podrán matar ahorita 20 pero en ese mismo lugar al día siguiente ya hay 100; porque cuando les faltan pistoleros se llevan a los ‘halcones’, y por lo que veo aquí en mi pueblo tienen un ‘halconal’ por todas partes”.

Laboratorio y bodega de “El Licenciado”

Un laboratorio de cristal asegurado, seis adultos detenidos, 7.3 kilos de cristal, dos autos y 20 mil dólares decomisados, son resultado de un operativo realizado por la Policía Estatal Preventiva la tarde del 24 de julio en la colonia Francisco Zarco, Delegación San Antonio de los Buenos en Tijuana.

Como resultado de una llamada ciudadana, agentes de la PEP llegaron a la colonia y localizaron la casa y el auto denunciado. Al arribar vieron a varios hombres en un auto Ford Focus color café, con la cajuela abierta, realizaron la revisión precautoria y encontraron ocho cajas contendiendo cristal.

Apenas se llevaban el auto y los primeros cuatro detenidos, José Luis Chaidez Rubio, Ramón Herrera Yáñez, Luis Antonio Guillén Juárez y Germán Morales Galindo, cuando llegó Jorge Guzmán Aguilar en una camioneta Ford Ranger. Según el parte informativo, les ofreció el auto, la droga y 20 mil dólares a los policías para que liberaran a sus compañeros y no ingresaran a la casa. Pero lo consignaron.

Ante la alerta, los policías estatales revisaron la casa por fuera, “a simple vista nos percatamos que en el patio se encontraban utensilios para la elaboración de la droga llamada cristal, asimismo, en un pilar del patio se localizaban a la vista dos recipientes con las características de los asegurados anteriormente”, por lo que pidieron apoyo del Ministerio Público, el cual solicitó la orden de cateo.

Como la casa quedó asegurada, al llegar la de nombre Martha Torres, acompañada de tres niñas, manifestando que era residente del domicilio, fue detenida.

Los primeros datos recabados por las áreas de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado indican que la casa asegurada es un laboratorio, administrado por una célula delictiva que tiene relación con un líder del narcomenudeo apodado “El Licenciado”.

Se trata de una casa verde de dos pisos, con terraza y amplio patio, donde se puede ver una mesa de jardín con una guitarra acústica encima. Alrededor, cuatro bancos color negro.

En esa calle apenas viven unas seis familias, lo demás son terrenos baldíos, con hierba crecida o casas abandonadas; un lugar idóneo donde no existen vecinos cercanos ni concurrencia de las autoridades policiacas.

Para llegar a la colonia Francisco Zarco, es necesario tomar la carretera Tijuana-Rosarito y luego desviarse al Bulevar Baja California, que conecta al fraccionamiento Santa Fe. Menos de un kilómetro adelante, donde se encuentra un supermercado, se dobla a la derecha para transitar un breve camino de concreto que finalmente desaparece con un terreno hostil de piedras y tierra suelta.

La zona se encuentra sumergida en un cañón, antecedida por un yonque de automóviles, donde ni la pavimentación ni las áreas verdes han llegado. El edificio de una escuela que se encuentra a unos 200 metros de la construcción donde se hizo el decomiso, está hecho de madera.

En un recorrido efectuado por ZETA, no se observaron personas transitando, tampoco niños jugando y muchos menos carros circulando por las vialidades que, por cierto, llevan nombres de medios de comunicación.

El único vecino que abrió la puerta de su hogar, comentó que hace aproximadamente tres meses se terminó la construcción de la casa asegurada, desde entonces no se ha notado mucha actividad, solo personas que entran y salen, “veladores” que cambian constantemente y tres carros de reciente modelo: dos Toyota Camry y una Jeep Cherokee.

FUENTE:
http://www.zetatijuana.com/ZETA/reportajez/la-guerra-por-michoacan/

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