Exiliados de Extremoduro


Unirse al foro, es rápido y fácil

Exiliados de Extremoduro
Exiliados de Extremoduro
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Buscar
 
 

Resultados por:
 

 


Rechercher Búsqueda avanzada

Últimos temas
» Reacción en cadena de las senadoras del PP acusando de "grosero y repugnante" a Óscar Puente tras sus palabras
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty14.03.24 21:26 por rip

» El golpe de Sánchez: Puigdemont y Junqueras podrán encarcelar a Marchena y Llarena
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty12.11.23 14:20 por Administrador

» Miles de personas abarrotan la plaza de San Jaime en Barcelona y colapsan sus accesos en protesta por el pacto de Sánchez con los independentistas.
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty12.11.23 14:05 por Administrador

» Otegi exige que los presos etarras sean amnistiados y presume de que han salido ganando con Sánchez
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty12.11.23 13:46 por Administrador

» El PP desborda las plazas de España contra la amnistía: «¡¡No nos rendiremos!!» Miles de personas han abarrotado las plazas de las 52 capitales de provincia
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty12.11.23 13:33 por Administrador

» Ayuso: «Sánchez nos lleva a una dictadura, no nos callaremos»
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty12.11.23 13:15 por Administrador

» Martínez-Almeida: «La diversidad que vende Sánchez es la de los delitos que han cometido sus socios»
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty12.11.23 13:09 por Administrador

» DIRECTO I Manifestaciones en contra de la amnistía en todas las capitales de provinciade España
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty12.11.23 12:52 por Administrador

» Mazón avisa que si Sánchez paraliza el puerto de Valencia: «Lo de en pie, levantar va a quedar corto»
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty03.10.23 21:18 por Skorpio

» EL SOCIO DE SANCHEZ:Puigdemont advierte a Sánchez y ataca a la Corona y publica una foto del Rey Felipe boca abajo
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty03.10.23 21:08 por Skorpio

» Lluís Apesteguia y el discurso del odio
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty03.10.23 20:51 por Skorpio

» Charla en Zarzuela antes de la ‘investiblanda
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty03.10.23 20:41 por Skorpio

» Secretaria de Estado Rodríguez ‘Pam’, la velocidad y el tocino
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty03.10.23 20:32 por Skorpio

» ((VIDEO)) Ladrón es neutralizado con una dosis de plomoterapia en la cabeza luego de intentar robar a un conductor bien preparado.
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty24.07.23 19:22 por Skorpio

» Feijóo pide "romper los bloques con acuerdos": "Sánchez no puede condenarnos a repetir elecciones siempre" Desvela contactos con el PSOE, Vox, PNV, UPN y CC. Estos dos últimos ya le han dado su apoyo.
MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty24.07.23 18:57 por Skorpio

Marzo 2024
LunMarMiérJueVieSábDom
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031

Calendario Calendario

Visitas

Navegación
 Portal
 Índice
 Miembros
 Perfil
 FAQ
 Buscar

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

4 participantes

Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  seven 29.04.12 1:41

En aquellos días, mi presupuesto estaba un poco limitado, pues era estudiante, nueva en la ciudad, y ya sabes como es eso. Hacía frío y llovía un poco. El camino a casa no era muy largo, pero ya tenía un poco de hambre y mis manos estaban heladas.

Un auto rojo, de lujo, pasó a mi lado un par de veces. La segunda vez se detuvo y por una ventanilla apareció el regordete rostro de un hombre de unos 40 años de edad. -¿Hija, no quieres un aventón? te vas a mojar- dijo amablemente. Sin titubear, respondí que sí, pues la lluvía comenzaba a apretar. Preguntó para dónde iba yo y le dije que por plaza cristal. -Ah- dijo- ¡qué bien!, mira, si quieres te invito a cenar ya que yo voy por el rumbo y me gustaría tomarme un café contigo pues parecer una chica muy agradable. no tenía nada mejor que hacer, así que accedí.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) 05

Agradecí la cena. -Eres muy guapa- dijo, mirándome de arriba a abajo. Yo soy casado, pero fíjate que tengo un problema, fíjate que mi mujer no puede tener relaciones sexuales. Es una situación muy difícil para mi- dijo. -¿sabes? tú me gustas tanto que si fueras otra ya me hubiera lanzado sobre ti, pero no quiero ofenderte.- dijo. No supe que decir, me sentí conmovida. Al llegar a mi colonia, le pedí que me dejara a un par de calles (pues a pesar de que no vivía con mis padres, no quería chismes de a gratis). -¿Puedo darte un beso antes de que te vayas?-preguntó.

Asentí tímidamente. -¿y si te pidiera que me dejaras besarte un poco más abajo de tus labios, me dejarías? -preguntó con un gesto muy tierno. Aunque obviamente, si accedía, corría el riesgo de terminar en la cama con ese hombre desconocido. -

Bueno, si quieres- respondí un poco excitada por tan inusual situación.

El hombre levantó mi blusa, sacó uno de mis senos por debajo del brasier y lo besó tiernamente. Después buscó mi boca y la besó con absoluta pasión y desenfreno que no pude menos que humedecerme. -aquí no- le dije.- me van a ver los vecinos.

Movió el auto a un callejón más oscuro. Me besó el cuello, el rostro, los hombros, me despojó de la blusa, mientras sus caricias bajaban por mis piernas. -Por favor-pidió -déjame desabrochar tu pantalón, quiero tocarte.- No respondí, pues sus manos ya desabrochaban apresuradamente mis jeans. -me gustas mucho-repetía mientras sus dedos intentaban introducirse en mi vagina.

Besos, caricias, humedad. -Ya no aguanto más, por favor-pidió - déjame hacerte el amor. Sonreí. No era el tipo de hombres con el que usualmente accedía a tener sexo, pero mi vagina ya estaba tan mojada y palpitante que no me pude resistir. -pero aquí no vamos a poder- dije. Acto seguido, él salió del auto, abrió mi puerta, tomó mis caderas y bajó mi pantalón; mientras yo colocaba las manos y la cara en el asiento. Traté de subir mis nalgas lo más alto posible para que fuera má placentero. Un firme miembro se introdujo de golpe en mi cuquita. Movimientos rápidos, desenfrenados, hambrientos de mí. Me tomó con tal deseo que no pude contener mis gemidos. No podía creer lo que estaba haciendo ¡y a unas cuantas calles de mi casa! -Gracias- dijo cuando se salió de mi vagina. Me pidió mi número y con la rajita aún al aire y la calentura a mil, se lo dí. Ese sería sólo el comienzo de una historia de sexo con mi amante obeso.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) 12-92
By Cazador de Duendes
......./........
seven
seven

Cantidad de envíos : 1647
Fecha de inscripción : 05/09/2009

http://nosolonarco.foroactivo.com/

Volver arriba Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty Re: MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  seven 29.04.12 1:44

......./......

Eran mis últimos días como prepatoriana, cuando triste por haber peleado con mi novio, y cansada de tanto caminar sin rumbo, opté por sentarme en la banca de un parque.

-¡Hola!- saludó una amable voz.

Devolví el saludo

-¿esperas a alguien?- preguntó.

-No.- dije secamente.

-disculpa, yo no soy de aquí, vengo de Hidalgo, pero estoy de descanso y me gustaría saber qué lugares hay buenos por aquí, algún museo, no sé.- explicó -

Pues...- levanté la vista y encontré a un atractivo joven de unos 30 años de edad que vestía un pantalón militar y una playera blanca, obviamente era del ejército o algo así.

- ...está ese museo de enfrente.

-Sí, ya lo visité- comentó, -está muy padre- iniciando una charla que ya había captado mi atención.

-Oye, qué te parece si te invito un café (en aquél entonces todavía no sabía que esas palabras dichas de boca de un desconocido eran el preámbulo para una sesión de sexo ocasional, pues por lo general una chica de limitada experiencia en los asuntos del amor, tenía más bien como que la esperanza de haber hallado al amor de su vida.)

-Sí, claro- contesté.

Lo seguí a un café muy bonito al que jamás había tenido acceso. Conversamos, tomamos café, pastel y pagó la cuenta. Al salir, dijo que le encantaría salir a divertirse esa noche y me preguntó a dónde me gustaría ir, que él me invitaba.

No supe qué decir, así que mientras lo pensabamos, nos tomaríamos unas cervezas en el mismo parque que lo conocí. Había música. Su charla era muy amena. El ambiente ideal para seduccir. Tras un par de horas y un par de sixes de cerveza, comenzamos a besarnos.

-Nos van a ver- dije, tratando de apartarme un poco.

-¿Quién?- preguntó

-pues una patrulla- aclaré, mientras él seguía besándome.

-tengo una idea- dijo -pero no sé si quieras.- dijo con la mayor calma y naturalidad del mundo - podemos ir a un hotel y ahí seguimos tomando sin que nos molesten, o si lo prefieres vamos a un bar, pero nos va a salir más caro- dijo.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) B

-Pues...- titubeé un poco, pues salvo un par de veces con un exnovio, nunca había estado en un hotel con un hombre y menos un desconocido. Pero, como el alcohol ya había surtido efectos en mi ya de por sí desgastada moral, contesté que sí.

Nada más déjame pasar rápidito a la farmacia- dijo.

-¿para qué?- pregunté inocentemente.

-para comprar una medicina- mintió.

Compró unas cuantas botellas más de cerveza y otras chucherías. Yo ya estaba más que mareada, pero estaba tan a gusto con sus historias (en verdad era muy bueno para envolver). Encendió el FM del hotel y bailalamos un poco.

-Me siento un poco mal- dije

-si quieres recuestate un rato- invitó. -¿quieres que me acueste contigo?- preguntó.

Asentí.

-Te voy a quitar los zapatos- dijo.

Se acostó junto a mi y yo lo abracé. Él comenzó a besarme, a acariciarme.

-Duérmete- decía- descansa.

Ciertamente estaba ebria, pero no inconsciente, más bien me sentía muy pesada, cansada, quería dormir. Por momentos fuí consciente de sus intenciones, pero poco me importaban. Sólo quería cerrar los ojos y perderme en el sueño. Sentí cómo era despojada poco a poco de mi ropa, suavemente como para no despertarme. Una mano acariciaba repetidas veces mi pubis, jalaba mis velos suavemente. Otra mano acariciaba mis pezones. sentí cómo mis piernas se fueron abriendo poco a poco. Era una sensación muy extraña. Sabía bien lo que ocurría, sabía que un extraño estaba a punto de hacer de mi lo que quisiera, pero no protesté, ni siquiera abrí los ojos. No quise hacerlo, tampoco pude.

Almohadas bajo mis caderas. Un dedo se introducía suavemente en mi vagina, después un objeto duro y frío. No sé, era como el pico de una botella, o como un tubo de vidrio, no sé. Oí como escupía en mi rajita, mientras seguía abriendo mis piernas.

-¿Jenny?- llamó.

No hubo respuesta. El objeto frío permanecía ensartado en mi vagina cuando sentí un firme trozo de carne en mis labios. Sus dedos hacían por tratar de abrir mi boca. Lo dejé hacerlo. movimientos suaves arremetían en mi lengua y paladar. El objeto en mi vagina comenzó a moverse suavemente. El trozo de carne salió de mi boca, dejando caer unas tibias gotas sobre mis labios, gotas que fueron secadas con la palma de una mano.

Ahora un par de brazos fuertes arrastraba mi cuerpo a la orilla de la cama. Se escuchó cómo el hombre se comenzaba a vestir rápidamente. Una puerta se abrió y se cerró. pasos apresurados en el corredor.

¿eso fue todo?- Pensé.

Un poco decepcionada de tan efímero jugueteo en mi panochita aún dilatada. No pude abrir los ojos aún entonces. No sé cuánto tiempo pasó, debieron ser unos cuántos minutos antes de oír los pasos apresurados volver. Puerta abriéndose. Puerta cerrándose.

Acto seguido, lo que parecían ser unos lazos, o simples trapos, eran atados a mis tobillos. Piernas abiertas a más no poder eran amarradas fijamente a un par de muebles, o a la puerta, no lo sé. Podía sentir mis nalgas en el límite del colchón, temí resbalarme, pero prontamente, un tercer lazo ató ambas manos a un buró, o a la cabecera, no estoy segura. Otra vez el pene en mis labios. mi boca no se abrió. El pene en mis pechos, en mi abdomen, en todo el cuerpo.

Un nuevo objeto era introducido a mi vagina. Esta vez, hubiese jurado que se trataba de un dildo, pues era un poco suave y entró con tanta facilidad. Ahora el hombre estaba entre mis piernas luchando por meter el objeto entero en mi. Creo que lo logró. Aún así no desperté, sólo gemí.

-¿Jenny?- volvió a llamar.

No hubo respuesta.

-Jenny- insistió, aún así- estás bien rica, me gustas mucho. Te voy a penetrar, pero no te preocupes, no te va a doler.- dijo.

Sacó el objeto. Metió su verga. Mi pepita estaba tan abierta como mojada, pero su miembro era firme y grueso, así que pude sentirlo arremetiendo contra mi. Se salió. Lamió las plantas de mis pies. Chupó cada uno de mis dedos y parado sobre mi, sentí caer un chorro de tibio líquido, que lejos de sentirse como si un hombre se hubiese venido sobre mi, se sentía más a un hombre orinando sobre mis pechos.

Pellizcos suaves en mis pezones. Un dedo en mis labios, en mi lengua. Una botella de agua saliendo y entrando de mi boca. Su pene en mi lengua. Su pene en mi garganta. Movimientos sueves.

-Jenny- llamó aotra vez- ¿te gusta? no hubo respuesta, sólo un leve gemido.

Un trapo bajo mi nariz, el aroma a sexo era inconfundible: era mi bikini. Lo pasaba por mi nariz, después se oía cómo él lo aspiraba. Lo metió en mi boca, lo pasó por toda mi lengua. Después se escuchó a un hombre masturbarse (seguramente con mis bragas). De nuevo el calzón en mi lengua, esta vez con semen. Ahora el calzón en mis pechos. La botella en mi rajita. Sí,ese era el objeto, no era un dildo, era una botella de agua (qué buen tip para futuras masturbaciones) Ahora su miembro, introduciéndose de golpe en mi.

Gemidos masculinos (primera vez que los oí). Nalgadas. Pellizcos en las nalgas. Incesante cabalgata hacia el placer. Aún gimiendo se salió de mi. Abrí los ojos por primera vez.

-Abre la boca- ordenó.

No me inmuté. De todos modos me la metió a la boca. Su semen llegó hasta mi garganta, no pude evitar tragar un poco. Tosí.

-Ya, corazón, ya pasó, ya pasó- dijo, acariciando mi cara.

-¿Qué hora es?- atiné a preguntar, mientras limpiaba un poco mi cara con la mano.

-Es temprano, descansa- dijo.

Obedecí, sin hacer preguntas. Suavemente fuí desatada y puesta boca abajo, el hombre mordió mis glúteos, abrió mis piernas y colocó un par de almohadas bajo mi vientre. Hasta ese momento jamás pasó por mi mente lo que venía: penetración anal. No pude evitar apretar las nalgas y cerrar instintivamente las piernas cuando un dedo lubricado con saliva se introdujo en mi ano, pues el sexo anal era algo que hasta entonces desconocía. Entre más apretaba el ano, el hombre más se empeñaba en ensartar el dedo.

-Ponte flojita- susurró.

-No puedo- contesté -¿para qué haces eso?, me duele- protesté, al tiempo que traté de incorporarme y cubría mi desnudez con la almohada.

-te va a gustar- dijo -¿nunca has tenido sexo anal?- preguntó.

Negué con la cabeza, que aún me daba vueltas, por cierto.

-No te va a doler, te lo haré suave.- prometió, mientras besaba mi mano.

A pesar de mis negativas, no sé cómo, pero el caso es que en un instante, él me volvió a poner boca abajo. Tomó mis brazos y con una sola mano me los sostuvo por la espalda, inmovilizándome por completo.

Fuertes y dolorosas arremetidas contra mi ano me hicieron reaccionar.

-¡Déjame!- exigí.

-Entonces, ya vamos a bañarnos- ordenó.

-No me quiero bañar- advertí.

Me tomó del brazo y de un sólo tirón ya estaba yo en la ducha. Él era muy fuerte, así que traté de no oponer mucha resistencia. Abrió la regadera, y ahí mismo, bajo el chorro de agua tibia, fuí puesta contra la pared para ser tomada otra vez, con tal apetito y furia que no me pude negar.

-Estás bien rica- susurró, mientras un tibio chorro de semen resbalaba por mis piernas.

Se vistió, se marchó y jamás lo volví a ver. Esa fue la primera vez que me sentí una verdadera puta, pero no la última.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) 12-92
By Cazador de Duendes
......./.......
seven
seven

Cantidad de envíos : 1647
Fecha de inscripción : 05/09/2009

http://nosolonarco.foroactivo.com/

Volver arriba Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty Re: MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  seven 29.04.12 1:46

......./.......

Cuando tenía 16 años (y aún era virgen) estaba clavadísima con un chavo alto, delgado, de melena larga, muy a la Morrison.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Naked

Lo seguía a todos lados, salíamos en grupo a tomar chelas, pulque o cualquier otra bebida alcoholica posible. Él sabía muy bien lo que despertaba en mi, así que a sus 21 años no pudo menos que aprovechar el hecho de tener en mi a su amiga con derecho. Yo estaba encantadísima, después de todo para qué quiere una un novio que la cele y la limite a salir con sus amigos. En él hallé todo lo que necesitaba en aquél momento: atención, caricias, fajes, alcohol, experiencia.

Definitivamente estabamos a muy poco de hacer lo que era inevitable entre un hombre y una mujer que se desean.

-No te creo que jamás lo hayas hecho-dijo Jorge, recostado boca arriba en la explanada de un parque.

Era media noche, tal vez ya de madrugada.

-En serio-juré solemnemente, sentada encima de su cintura, rodeando sus caderas con mis piernas.

-¿Y entonces por qué estás en esa posición?- (????)

Vaya, qué diablos iba yo a saber de posiciones sexuales en aquél entonces (¿Dónde madres quería que me sentara entonces, en su cabeza?)

Me acurruqué con él, pues hacía frío, pero no me importó jamás ni el frío, ni dormir de indigente aquella noche con tal de que fuera con él. Nos besamos, nos abrazamos, nos tocamos (Ahhhh, nos tocamos!!!)

A nuestro lado yacían un par de amigos. Ahora que caigo en la cuenta creo que debió ser más bien de madrugada, pues ya estabamos sobrios (lo que era muy extraño en aquellos días) Jorge y yo eramos el ejemplo perfecto del drunk sex en nuestro grupo.

Hasta ese momento, jamás me había propuesto que tuvieramos relaciones, pero no hacía falta que lo pidiera, yo estaba lista para él.

Unos meses atrás había terminado con un chavo de la misma edad que Jorge. Fuimos novios durante casi 6 meses (una eternidad entre adolescentes) y con él conocí muy bien lo que era estar excitada, pues nunca antes me habían tocado debajo de la ropa interior, él fue más allá... Pero, aparentemente mi falta de experiencia o mi negativa de abrirle las piernas, lo hizo desistir de la relación. Con Jorge no pasaría lo mismo.


Tuvieron que pasar muchas lunas de alcohol y de rock para que Jorge al fin me hiciera suya.

Lamento no poder detallar cómo fue mi primera vez, pero como casi todo el tiempo estaba ebria, no lo recuerdo con precisión. Lo único que sé decir es que para mi no había nada más importante en aquellos días que seguir a Jorge, que estar con él, que emborracharme con él, poncharle sus cigarros y contemplar su rostro perfecto mientras se ponía bien high con sus amigos.

No podía esperar para ir a la escuela y verme con él, admirarlo mientras hablaba de las inminentes huelgas y protestas contra las cuestiones políticas o académicas con las que nunca están de acuerdo los activistas como él.

Después, entrar a clases era un martirio en el que sólo me consolaba el recuerdo de su aroma a cigarro y a pasión. Un par de pulques, unas chelas, tal vez ron o brandy (daba lo mismo) y al final, él.

-A él sí lo conozco pero a ella no- dijo el maestro X

-Profe, haz paro, es mi amiga-dijo Jorge.

Así nos salvamos una vez más de ser llevados a la delegación. (¡fiu!)

Al menos ese pensamiento pude articular horas después, pues por lo general a esas horas ya no tenía la suficiente comprensión para discernir entre lo moral y lo que hacíamos Jorge y yo.

-Nel guey, lo que pase entre Jenny y yo, es entre ella y yo- decía Jorge al barrabás -Ja, ja, y entre un chingo de patrullas, cabrón.

Lo cierto era que yo estaba loca y desesperadamente enamaorada de ese hombre y lo seguiría hasta el mismo infierno (Y así lo hice). Si no había dónde quedarnos, no importaba quedarnos en la calle o en el coche de alguno de sus amigos, en la casa de la señora de intendencia, donde fuera.

¿Cómo no amar loca y desesperadamente al hombre que siempre tenía medios para lograr complacer a su chica?

A aquél que al principio nos taloneaba a mi y a mis amigas (las decentes), y después a mi lado, a aquél que se quedaba cada viernes, (a veces 2 ó 3 veces x semana) a dormir a mi lado y al lado de nadie más.

Pero lo interesante de esta historia no es el cómo comenzó, ni cómo fue la relación, sino el cómo terminó.



Era un viernes como cualquier otro: alcohol, mariguana, chochos (no para mi, gracias), etc. Esa noche la pasaríamos en casa de Lucy. Éramos 3 chavas y como 6 cabrones.

-¿Jugamos botella? (¿y por qué no?)

-Vas, Jenny. Dale un beso a Jorge pero ya sabes dónde. (pobre tonta, cómo saber en aquél entonces qué era el sexo oral) Inocente de mi, le di un besito de pajarito bajo la ropa interior. Ja, ja, así siguieron castigos similares, alcohol, mota.

No recuerdo bien cómo, el caso es que de repente me encontraba fajando con Jorge sobre una cama (creo que fue la 1ra y única vez que estuvimos en una cama juntos. casi siempre eran parques, autos o banquetas).

No sé si habrá sido toda esa mariguana que inhalé indirectamente en la habitación cerrada, el caso es que mis manos no respondieron cuando quise apartarlas de un miembro que no era el de Jorge.

-¿Qué tranza, guey?- dijo Jorge.

-Comparte, guey-dijo su amigo.

-Vámonos a la cocina- dirigiéndose a mi.

Tuvimos una deliciosa sesión de sexo en todo su esplendor, ahí, contra el refri de Lucy, con el recuerdo de los amigos de Jorge queriéndome manosear, tuve el mejor sexo que jamás había tenido hasta entonces.

-Jenny- me dice Jorge al oído, ebrio y drogado a más no poder -A ti te late el rock, tú sabes cómo son las ondas con esos gueyes (rockeros) de mente abierta, entregados al placer, al amor compartido. No tienen nada de malo sus ideologías.-

(¿De qué rayos hablas, Jorge?) Aún con el pantalón abajo y su pecho desnudo sobre mi espalda, hice un movimiento para mirarlo a los ojos y pude ver una entusiasta filita de 3 ó 4 cabrones atrás de nosotros, como esperando su turno.

-No mames, Jorge-respondí, pero ya tenía adentro otro miembro que no era el de él.

-No pasa nada, nena- me consoló.

Después otro par de manos quitando el resto de mi ropa y un tercer pene entre mis labios.

No tenía control de mi: no podía gritar, ni quitarme, ni empujarlos, sólo estaba ahí, inmóvil, viendo cómo crecía en Jorge el placer de verme poseída por sus amigos.

Bueno, eso es lo que pudo haber pasado si hubiese tomado una copa más (pues inconscientemente lo deseaba), pero la verdad es que cuando Jorge me dijo lo del amor compartido, salí corriendo a la sala, a buscar refugio entre los brazos de Erick, amigo mío y de Lucy. Para nada amigo de Jorge.

Sin embargo, confieso que en incontables ocasiones he repasado mentalmente la experiencia y me he preguntado ¿Por qué no los dejé tomarme? Después de todo, para Jorge parecía no ser la gran cosa.

Tal vez sí debí seguir su juego y convertirnos en la pareja más liberal y lujuriosa de aquellos tiempos. Pero no fue así. Me marché con Erick de la fiesta y no volví a hablar con Jorge jamás.

Un par de semanas después, él ya andaba de novio con una niña bien y yo seguí su ejemplo.

En mi mente, ya mucho más maleada a estas alturas del partido, los recuerdos de aquella noche tan ardiente y sexual minan mis deseos y mis pensamientos. Deseos y pensamientos que más adelante me llevaron a cometer innumerables actos de sexo desinhibido con diversos amantes, que si bien no son innumerables, sí han sido tan distintos y variados.

Pero de eso ya hablaremos en otra ocasión . . . . . .

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) 12-92
By Cazador de Duendes

......../.......

seven
seven

Cantidad de envíos : 1647
Fecha de inscripción : 05/09/2009

http://nosolonarco.foroactivo.com/

Volver arriba Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty Re: MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  seven 29.04.12 1:49

....../......

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) 001

Todos tenemos fantasías sexuales. Algunas más light, algunas más locas. He oído infinidad de fantasías en boca de mis amigos, amigas, primas, etc. Las más comunes (que generalmente son las únicas que nos atreveríamos a confesar en público) tienen más que ver con el lugar donde tienes sexo, que con el tipo de persona que te gustaría tener sexo, con las posiciones que te gustaría probar o con roles que nos gustaría asumir durante la relación sexual.

No es que no tenga fantasías sobre los lugares en que me gustaría tener sexo, pero es que entre la azotea de una casa, el parque, el auto, la orilla de la carretera o un baño público, como que ya no me quedaron muchos lugares con los cuales fantesear. Fanteseo más bien con el rol que me gustaría asumir. Siempre me ha excitado la idea de ser sometida por uno o varios hombres, como una esclava sexual. Claro que eso sólo es una fantasía que sería muy peligrosa de llevar a cabo.

¿Qué hombre se prestaría a la enfermiza situación de someter a su hembra a perversas posiciones, crueles ordenes y humillantes acciones para satisfacerse egoístamente él (y secretamente a la dama)? Tal vez muchos, sí, ¿pero, qué mujer en su sano jucio te lo pediría? ¿a qué clase de mujer se le exigirían esas cosas? Tal vez a una prostituta, claro, bajo la premisa de que el que paga manda.

Estos pensamientos, en un momento de calentura primaveral, fueron los que me llevaron a tomar el teléfono y marcar el número que vi en el periódico "se solicitan chicas para masajes". Pedí informes por teléfono y acudí a una cita con la encargada del lugar. Creo que tenía 22 años cuando me dirigí a la dirección que se me dio. Nervios. Excitación. Humedad. Ansiedad (de ser poseída por un extraño que exigiría ser complacido y como un plus recibir un pago por mis servicios)

El lugar era una casa habitación común y corriente: la sala, el baño, la cocina y una planta alta con lo que presuntamente serían varias habitaciones. Había unas 3 ó 4 chicas muy mal encaradas, pintándose las uñas, cepillando su cabello, etc. Yo fuí llevada con la encargada del lugar a lo que parecía ser el comedor.

-¿Ya has tenido relaciones antes, vdd?- preguntó (no, pendeja, quiero que me desvirgue el primer borracho panzón de la esquina)

-sí, sra.- respondí tímidamente.

-Mira, hija, por cada relación te vamos a pagar $500 y la comisión que yo te cobro es del 50%, aparte te doy los condones, ¿qué te parece?- preguntó

-Muy bien, sra. ¿puedo trabajar hoy?

-Sí, mija, pero abusada con las chicas o te quedas sin clientes. mira, vente a las 6. Viene un cliente que le gusta la carnita fresca, te lo aparto, pero puntualita, mija.

-sí, señora.

-¿Tú eres Jenny?- preguntó el cliente, que afortunadamente no era ningún borracho apestoso, ni era tan feo.

Era más bien un señor alto, fornido, con perfume barato, con traje y portafolios; que había venido a la ciudad por trabajo y de vez en cuando visitaba el lugar.

-Sí- alcancé a responder.

-Se ve que estás bien rica. ¿Te gusta el sexo anal? porque te puedo pagar más si te dejas penetrar por el culito.

- (!!!???) Jamás había tenido sexo anal. Bueno, sí me habían penetrado por detroit, pero nomás tantito.

-Pues, no lo he hecho así, dicen que duele- dije.

-Pero te va a gustar, además traje cremita. te doy un quinientón pa' ti solita.- ofreció, mientras ponía sus manos sobre mi para desvestirme a toda prisa. No me pude resistir, ya estaba dentro del juego.

-Primero dame sexo oral, pero natural. ¿Te tomas la lechita?

-Pues si quiere- mentí, pues ya sabía como hacerle parecer que sí, pero sólo terminaban embarrados en los labios y manos.

-Ahora ponte de perrita que te voy a cojer por el culito- ordenó (oh, si, qué perra y que usada me sentía, pero que rico fue)

-ay, me está doliendo- me quejé.

-Mija, pero si ya te tengo bien ensartadita- dijo.

-ay, pero despacito, por favor- pedí.

No me escuchó. Arremetió contra mi una y otra vez. Tuve la sensación de que ese pene (que para colmo, era el más grande que había visto en mi vida) palpitaba en mi interior con tanta fuerza que rompería mi ano.

-¿Estás en tus días?- preguntó.

-No, ¿por qué?- dije.

-porque tienes tantita sangre.

-Es que su pene es muy grande y mi ano, pues no lo es.

-Ya mero acabo- dijo, mientras dejaba caer más cremita.

Estuve a punto de explotar de dolor (y de placer), pero confieso que fue muy, muy rico.

-Te los ganaste- dijo, mientras dejaba caer varios billetes arrugados sobre la cama destendida. (¡Qué puta me sentí! y eso es lo que era, era una puta, una puta que se dejó ensartar el ano por dinero)

-Gracias- dije. Se marchó.

-Señora, ahorita regreso, voy a la tienda por unas papas- mentí. No regresé jamás.

Aunque la escena la he revivido incontables veces en mi mente, hasta el cansancio. Las palabras de ese hombre extraño dándome órdenes, exigiéndo cómo debía ponerme: ¡abre las piernas! ¡tómate tu lechita! Ensartada, estás bien ensartada, mija. Palabras que jamás olvidaré. Palabras que siguen haciéndome mojar.



Fue una experiencia orgásmica la de hacerme pasar por prostituta. Pero como sólo era el hecho de ver realizada una chaqueta mental, pues no veía el caso de volver a repetirla.

Cierta ocasión, (apróximadamente 1 año después de mi relato anterior) conocí a Julieta por internet. No sólo era escort, sino que era escort de lujo con negocio propio, cuya principal materia prima eran, por supuesto, sus nalgas perfectas.

Juro que no fue mi idea, es sólo que ella me contactó porque vio mi perfil en hotmail y tuvo la evidente idea de que cualquier chica que anduviese por ahí enseñando sus cositas, estaría encantada de asociar sus encantos a los de ella.

¿Te interesa ganar de $600 a $1000 por servicio? No te cobro comisión, esa es aparte. Son clientes de lana, de fuera de la ciudad. No hay riesgos, todos son clientes selectos.

Su correo no pudo menos que tentarme.

¿A quién le caerían mal esas cifras por abrir las piernas un par de horas o menos? Además, ya lo había hecho antes.

Julieta me envió los datos que debía tener. Hablé con ella un par de veces y diariamente estuvimos en contacto por medio del chat. El servicio normal es sexo oral y vaginal por hora y media. Ahí te ganas $600. Si quiere anal, le cobras $800. También tengo clientes que entre dos se cojen a una chava, ellos te pagarían $1000 por 2 horas, si quieren anal, tú te arreglas con ellos. Pasaron varios días, hasta que finalmente me dijo que me tenía 2 clientes que venían de Puebla, que querían a una chava para disfrutarla entre los 2. Acepté. Las piernas me temblaban. Tenía miedo. No me atreví.

Pinche Jenny, ¿qué pedo contigo, pendeja? me tuve que fletar con los 2 porque tú los plantaste, no mames. Me dio una oportunidad más. Era un caballero muy elegante, un señor muy amable de unos 45 años. Me trató como una princesa, hasta que llegamos a la cama.

-Jenny, estás bien buena, mija. Te me antojas para ponerte de chivito en precipicio.- advirtió.

Sonreí.

-¿Soy el primero?- preguntó

-¿perdón?- con la mirada más ingenua -Que si soy el primero de hoy o ¿ya llevas varios?- dijo burlonamente.

-No, es el primero- respondí. -Mira, hija, yo soy muy sucio, pero te voy a pagar bien, si algo no te gusta, me dices. -Sí.

-¿Te puedo amarrar las manos? No te amarro fuerte, nomás para hacer el jugueteo.

-Pues, si usted quiere, pero no me apriete mucho.

- Me desnudó por completo, dejándome únicamente en calzones. Tomó su corbata y ató mis manos suavemente hacia la espalda. Puso su cara entre mis piernas y no dejaba de olerme y meter sus nariz en mi rajita, luego hizo el calzón a un lado y metió sus dedos finos en mi vagina.

-Estás bien rica, mi amor, tu cosita está bien rosadita, se ve que eres nuevecita- adivinó.

-Te vas a comer un pene bien rico. ¿Te gusta? Cómetelo, mi amor- decía, apoyando las manos contra la pared, encima de mi, asfixiándome con todo su miembro metido en mi boca.

-¡Qué rico lo mamas, mi amor! ¡Cómetelo! ¡Cómetelo todo que es tuyo! Ya no aguanto más, te voy a cojer, bebé.

- se puso un condón, colocó una almohada bajo mis caderas y levantó mis piernas a más no poder, penetrándo incansablemente mi palpitante vagina que suplicaba ser poseída. Ya con las manos desatadas, repetimos la acción.

-Ahora, chúpame la verga- dijo, hicándome en el piso.

-¿Te gusta la verga?- preguntó.

Asentí.

La sacaba de mi boca, haciéndome pescarla otra vez con los labios.

-Te los voy a echar en la cara- advirtió.

Así lo hizo. El pago valió la pena.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) 12-92
By Cazador de Duendes

...../.....
seven
seven

Cantidad de envíos : 1647
Fecha de inscripción : 05/09/2009

http://nosolonarco.foroactivo.com/

Volver arriba Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty Re: MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  seven 29.04.12 2:00

......./.....

Tengo un cliente que es un chavo universitario, es de Monterrey, pero siempre viene acá a hacer sus desmadres. Fíjate que tiene una fiesta con varios amigos y quieren a una chica para cojérsela entre todos. Yo ya me fleté con ellos un par de veces, no te creas que está tan cañón, no todos te penetran, lo que sí, se te va a entumecer la boca. Si te interesa me avisas, es para este viernes.

¿Un gang bang?

Por un lado me excitaba tremendamente tan lujuriosa idea, pero ¿yo con 5, 6 ó ve a saber cuántos cabrones más? Y si todos quisieran penetrarme? No creí poder aguantar. Por otro lado, me sentía en deuda con Julieta, por haber plantado a sus clientes la vez anterior. Caray, qué disyuntiva. Una negativa a Julieta sería la despedida a tan floreciente y lucrativo negocio.

-Qué bien que trajiste minifalda, pasa Jenny.- saludó amablemente Johny, el anfitrión.

Pude sentir su mirada hambrienta, recorriendo mi cuerpo entero: zapatillas negras de tacón alto, medias arriba de la rodilla, liguero negro, minifalda de mezclilla, top negro, cabello suelto.

-Ven, quiero que conozcas a mis amigos.-dijo, mientras 5 lujuriosas miradas saludaban casi al unísono.

-Estás muy guapa- dijo el niño rico de la mirada más lasciva.

-Ven, siéntate conmigo- invitó, extendiéndo la mano que minutos antes sostenía un tequila.

-¿No te quieres quitar la falda, para que estés más cómoda?- sugirió.

Sonreí tímidamente.

-No empieces, guey, aguanta vara que lleguen Roque y Marcelo.- dijo Jonhy. -

¿Faltan 2?- pregunté sorprendida.

-Sí, nada más. Tu amiga se rifó con 10, pero no pudieron venir mis primos, fueron a Orlando.- respondió tranquilamente.

-¿Lo quieres así o con sangrita?- preguntó el más joven del grupo, un guapo adolescente.

-Así está bien, gracias.-respondí.

-Y entonces, Jenny, ¿estudias o trabajas, a qué te dedicas además de prestarlas?- preguntó burlonamente el de la mirada lasciva.

-Trabajo en un table- mentí.

-No mames, ¿a poco haces strip? pues ya te estás tardando mamacita- dijo.

-Pues, si quieren, pero eso lo cobro aparte- advertí.

-Ja, ja, te vamos a pagar hasta la risa, zorrita- contestó un poco molesto, mientras pellizcaba uno de mis pezones, por encima del top.

-Mientras llegan esos gueyes, dame unos guaguis- dijo el chico lascivo, inclinando mi cabeza con su mano, hacia su regazo.

-Aguanta, guey, no mames, dijimos que nos la iba a chupar a todos en circulo, como la otra vez.- dijo un lindo chico que no había notado hasta entonces.

-Entonces, ¿qué hacemos mientras? ¿platicar? mejor me hubiera quedado con la pendeja de mi novia, ja, ja.- reía, mientras volvía el pellizcarme el pezón, ahora por debajo del top.

El más joven lo imitó. pellizcos, mordiditas, chupaditas. Roque y Marcelo llegaron.

Marcelo llegò, no sòlo con Roque, sino tambièn una chica muy guapa, al parecer amiga de ellos.

-¡No, manches, se trajeron a la Daniela!- susurrò uno de ellos.

-sì, guey, pero no creo que comparta, son las nalguitas del Marcelo- sentenciò Johny.

-Si la trajo, por algo serà, guey.

-Hola, Dany, què guapa te ves. Ven, te presento a Jennyfer, es una amiga de Jonhy.

-Hola- sonreì, mientras acomodaba discretamente mis tetas en el brasier.

-¡Què onda!- saludò con un gesto alegre y deshinibido.

-¿Tù tambièn vienes de Monterrey?- interroguè.

-Sì. Gracias, Diego- mientras tomaba de la mano del adolescente un caballito. Le dio un golpe y se lo bebiò de un solo trago.

-Asì me gusta, Dany- festejò Roque.

-Me late que seas alivianada, no como las mamonas de la facu.

-¿Tù tambièn le haces al tubo, tubo? porque esta chava nos va a dar show- no podìa la evidente pregunta.

-Ja, ja, no, yo no le sè a eso, pero me encantarìa ver el show- respondiò, al tiempo que se chutaba otro caballito.

Y al ritmo de like a virgen, fui llevada a una salita sin muebles, que màs bien parecia un escenario.

-¡Haz lo tuyo, mamita!- vitorearon.

En realidad sòlo había hecho strip un par de veces a mi ex novio, pero lo habìa ensayado infinidad de veces frente al espejo. Comencè con un baile suave, movimientos cachondos. Acariciè mis senos y pellizquè mis pezones, bailando suave y sensualmente. Acostada en el piso, abrì las piernas y dejè entrever que no llevaba ropa interior. Una humeda panochita rasurada sorprendió a los espectadores.

-A la madre, como me gustan- se escuchó.

Con un moviviento ràpido cerrè y volivì a abrir las piernas, las cerrè otra vez. Me incorporè. De espaldas, me incliné hasta poner la cara entre las rodillas, acariciando suave y sensualmente mis piernas. Cayò el top. Volteada, con las manos cubriendo mis pechos, seguì bailando al son de ¡Mucha ropa, mucha ropa! Me volteè otra vez, despojándome suavemente de la minifalda, aventándola hacia atrás. Ante la expectante mirada de los presentes, volvì a agacharme, con el rostro entre las piernas, dejando ver mis tiernas tetitas, y un poco màs entre las piernas. Mè incorporè, y con un suave giro dejé ver un brazo cubriendo mis pezones y una mano cubriendo mi pubis. Me acerquè con movimientos sensuales hacia el chico que me hacía señas con un billete. Lo colocó en mi liguero, dándome una suave nalgadita. En agradecimiento, lo dejè ver brevemente mi pubis sin vello. Seguí bailando, mostré mis hermosos pechos pequeños y colocando las manos sobre las rodillas, abrí las piernas en un rápido movimiento que dejó ver una cálida y humeda rajita. ´

Al termino del show, obviamente comenzaron los manoseos. El chico lascivo volvió a pellizcar mis pezones y me dijo al oído

"Te voy a dar una cojida que no vas a poder trabajar toda semana, ja, ja".

Suaves y apresuradas caricias sobre mis aún firmes glúteos. Besos en los hombros, en los labios.

-Hay que hacer el círculo, ¿no?- recordó una voz.

-Mejor hay que ponerla de perrito y nos la cojemos uno por uno- se escuchó

-Sí, guey, yo ya no aguanto, ya quiero cojer- dijo Jonhy.

-No mamen, yo quiero que me la mame primero- dijo el adolescente.

-Pues métele la verga a la boca, guey- sugirió Roque, mientras Marcelo desvestía apresuradamente a una ebria Daniela que ya estaba abriendo las piernas.

-Yo le voy a ayudar a aquél guey con la Dany, ahí se ven- dijo.

Besos, tequila, caricias. Afortunadamente, la alfombra bajo mis rodillas, era muy suave. El pene del chico más lujurioso, por supuesto, fue el primero en penetrarme. Al menos eso me pareció, pues como estaba de perrito no podía ver más que a Diego sentado en el sillón, metiéndo su firme miembro en mi boca.

-Ponte abajo de ella, guey, y yo se la clavo por el culo- se escuchó.

Quise detenerlos pero no pude. El del piso bajó mis caderas y penetró mi vagina, mientras un tercero me clavaba su verga en el dilatado culito.

-No puedo, así, guey, hay que voltearla- se oyó decir al de abajo, mientras sentía un cuarto par de manos en mis tetas.

En ese momento me pregunté cuál sería la suerte de la otra chica. No pude menos que compadecer a una Daniela inconsciente que yacía sobre el sofá, con la boquita chorreando se semen. Dos de ellos le tomaban fotos, mientras Marcelo le dedeaba la vagina.

-No te saques de onda, Jenny, Dany también es putita, como tú- dijo una excitada voz que ya no supe ni de quién era.

-No, yo ya no quiero- dije, rechazando un tequila.

-No te saques de onda, si te empedas, yo te cuido, ja, ja.

-No, en serio, ya estoy algo mareada- insistí.

-Mira, a la Dany le gusta que se la ejecuten entre varios, ya le hemos dado entre todos así como está, se ha de estar haciendo la dormida, ja, ja.

-Bueno, el último, dije.

Lo bebí y en unos instantes ya estaba yo acostada boca arriba sobre uno de ellos.

-así sí te voy a poder dar por el culo, puta- dijo el chico lascivo, mientras metía su pene en mi ano y Diego, el suyo, en mi vagina.

-También te vas a comer una verga, te vamos a cojer por todos tus hoyos, puta- puntualizó.

Miré nuevamente a Dany, antes de sumirme en un profundo sopor en el que a pesar de estar consciente, no tenía control de mi cuerpo, ni de mi voz. No sabía si lo estaba disfrutando o quería salir corriendo. Era demasiado. Luego otra verga en mi boca, otro pene en mi vagina, semen en mi rostro. Miré nuevamente a Dany, su suerte no era mejor que la mía.

Un incansable Marcelo montado sobre la boca de Dany, clavaba su miembro con furor. Otros 2 chicos hacían vibrar un celular en su vagina. Tequila. Fotos. Semen. Risas. Tan perversa imagen me tenía tan absorta que me olvidé por completo de mi.

Ya no sentía dolor en el ano, mi boca ya no estaba entumecida.

-¿Quieres otra línea, Jenny?- se escuchó.

Aquella chica del sofá no se parecía en nada a la glamourosa belleza de minivestido negro de licra que había llegado a la fiesta. Ahora lucía como una demacrada muñeca de trapo sin conciencia de sí. A la distancia se oía vomitar a un chico, otro yacía dormido en un sofá, pero el chico lujurioso no dejaba de penetrarme por todos los orificios.

-Traétela pa' acá, Marcelo- sugirió alguien.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Erotismo_ziza_26

Dos de ellos cargaban a la princesa de trapo, recostándola a mi lado.

-Hay que meterles un dildo a las 2, como en las pornos, una de cada lado.- sugirieron.

-No mames, guey, no tengo de esas madres, ni que fuera puto, ja, ja- contestó Johny.

-Entonces un pepino, ja, ja.

Risas. Burlas.

-Guey, pásame un rastrillo- pidió alguien a alguien más que en mi mente carecía de rostro.

-¿Para qué?- preguntó.

-Pues no ves que la Dany está muy peluda, hay que dejarla pelona como a esta vieja. Ja, ja.

- El vello de Dany cayendo sobre la alfombra. El pene de Marcelo, chorreando semen sobre sus redondas tetas. El pene de alguien más chorreando semen sobre mis labios. Un firme miembro salió finalmente de mi trasero.

-Tienes 5 minutos de descanso, puta, deja me recupero y te vuelvo a cojer por el culo. Lo tienes bien rico, todavía aprieta. Ja, ja.- rió.

-No mames, guey, ya le está sangrando el ano a esa vieja, la vas a dejar coja, ja, ja- se escuchó.

De fondo se oía a los Cranberries, creo. Líneas. Tequila. Risas.

-Esos putos ya se durmieron, ja, ja.- dijo alguien.

-Pues entre los 4 nos echamos la siguiente ronda, nomás deja me echo un perico- dijo Marcelo.

-Ya dejen a las putas que se duerman, vamos a jugar play station- sugirió alguien.

-No seas puto- se oyó.

-¿Jenny? Tú si estás al tiro, ¿verdad?- preguntaron.

Asentí. Inhalé.

-Cójete a la Dany, chúpale la pepa- me ordenó alguien.

-No puedo, no me puedo levantar- respondí.

-Ja, ja. Con que sigas levantando las patas, ja, ja- se escuchó.

Boca arriba las 2, nalgas con nalgas, las piernas abiertas a más no poder. Un objeto duro en ambas rajitas. Fotos. Risas.

-¿No tienes algo más grande, guey?- se escuchó.

-No le cabe- dijo Marcelo, escupiendo en mi vagina, mientras ponía todo su esfuerzo en meter algo muy duro y grueso en mi enrojecida pepita.

Aceite de cocina, un envase de caguama introduciéndose en mi vagina. Fotos, risas. El infatigable pene del chico lujurioso cojiéndose a Dany por el culo. Se vino en un vaso. Sirvió tequila en él.

-Trágatelo- me ordenó. Risas.

Marcelo ayudaba a una adormecida Daniela a tragar una pastilla.

-Mi amor, es para que no te duela el culito.- dijo Marcelo

-¿Te gusta por el culito, mi amor?- preguntó.

Dany asintió.

-No te preocupes, siempre te voy a cojer tu culito- dijo Marcelo minutos antes de caer inconsciente junto a su muñeca.

-Para eso me gustaba el puto. Ahora me voy a tener que cojer yo solo a las 2 putas- se escuchó.

-No mames, guey, y nosotros 2 qué. Ja, ja.- oí.

-Yo me voy a seguir cojiendo este culito rico- dijo alguien, mientras metía sus dedos en mi palpitante ano.

-Yo ya estoy cansado, guey, que me mame la verga y me voy a dormir- dijo alguien.

-Mámale la verga a este cabrón, Jenny, no seas mala onda.

-No es mala onda, es que no puedo levantarme- dije, mientras limpiaba restos de semen de mis labios.

-Mira, puta, no te hagas del rogar que para eso te pagamos y te pagamos muy bien- reclamaron.

-Ya déjala, guey, no ves que ya no puede, no seas mamón- se oyó.

-Y entonces qué madres hago, guey, yo todavía quiero nalgas, estoy bien caliente.

-Métesela por el culo- dijeron

-Nel, ya lo tiene bien aguado y está todo embarrado de madres.

-se lo lavo, guey- dijeron, mientras derramaban un líquido frío en mis nalgas.

-Ya está, guey- dijeron

-Nel, mejor se la meto en la boca, tu nomás flojita y cooperando, Jenny.- dijo un chico, mientras metia su verga hasta el fondo de mi garganta.

Cabalgó despacio, después un poco más rápido, movimientos circulares. Un objeto duro y frío, vibrando en mi vagina. Risas.

-Me voy a venir en tu boca, quiero que te los tragues, ¿sí, preciosa?- dijo. Asentí.

Traté de quitarlo cuando sentí atragantarme.

-¡Trágatelos!- ordenó.

No tuve remedio. Un trapo en mi vagina: era la tanga de Daniela. A ella le metían en su raja, mi liguero. Risas.

-Ya estuvo, ya me voy a dormir- dijo por fin el chico lujurioso.

Sólo para dar paso a los perversos juegos de Jonhy y otro más.

-Hay que ver a cuál de las 2 le caben más mamadas en la pepa, ja, ja- se escuchó decir.

Con la tanga y el objeto vibrante adentro, sentí una mano introduciéndo un objeto frío y duro en mi pepita.

-Pásame los calzones de esa vieja, guey- dijo uno de ellos.

-No mames, no ves que no traía- rió

-Ja, ja, si es cierto. Entonces ¿qué le meto?-

-Métele la botella- susurró.

-No mames, no le cabe. Ya le metí mis calcetines, el liguero y mi cel, guey- dijo

-Va, guey, pues así. Métele la verga en el culo, el primero en venirse gana. ¿va?

Una, dos, tres.- contó.

Al ritmo de tan entusiasta cabalgata, comencé a recobrar el sentido, y con ello, una sensación de ardor que jamás había experimentado.

-¡Ya, quítate!- exigí, aventando a Jonhy con todas las fuerzas que alcancé a juntar.

-Ja, ja, perdiste, guey- se escuchó.

Me saqué una tanga roja, un calcetín, un celular y una cuchara de la vagina. Traté de levantarme.

-Ya me voy- advertí

-No, niña, el trato fue toda la noche- dijo Jonhy tranquilamente.

-Pero es que ya me quiero ir, ya me duele todo el cuerpo- imploré casi llorando.

-Mira, vamos a hacer una cosa- dijo -Echate un pericazo para que no te duela, quédate una hora más, te doy tu lana y te llevo a tu casa o a donde vayas- sugirió.

-No, es que de verdad ya me quiero ir, por favor- rogué.

-Ya guey, déjala que se vaya, ahí está la Dany.

-Bueno, mira, aquí está, es el doble de lo acordado, te portaste muy bien. Ya sabes que cuando quieras, nosotros somos cuates, no somos mal pedo. Yo vengo cada 15 días, a ver si te animas otra vez, te traes a Julieta y yo traigo otros cuates, ¿no?-invitó.

Asentí, mientras contaba el efectivo.

-Gracias, voy a cambiarme a tu baño y me voy- dije.

El ardor era insoportable cuando oriné. Al descubrir sangre, semen, aceite y hasta refresco en mi ano, tomé una rápida ducha. Una moneda resbaló de mi vagina.

Frente al espejo descubrí decenas de chupetones en todo el cuerpo. Enjuagué mi boca para tratar de borrar el sabor a semen y sangre. Me puse el pants gris que traía en mi mochila, me hice una cola en el cabello y salí del lugar, esforzándome por ignorar a la chica con la escoba dentro de la vagina y al anfitrión metiendo un bat de beisbol en su ano. Su amigo sostenía en alto una de las piernas femeninas, al tiempo que vaciaba una botella de yogurt en la entrepierna.

El timbre del teléfono me produjo un sobresalto que me sacó por completo de mi degenerada fantasía. Lo siento, Julieta, pero no voy a poder atender la cita con tu amigo de Monterrey. Tengo un examen muy importante. Ahí luego me avisas si cae otra chamba, ¿sale?. Rezaba mi respuesta.

No volvió a escribir.

Mi corta carrera como prostituta de lujo había terminado.

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) 12-92
By Cazador de Duendes


http://www.elnarcoenmexico.com/t5053-memorias-sexuales-de-una-puta-5-5-la-tercera-es-la-vencida

seven
seven

Cantidad de envíos : 1647
Fecha de inscripción : 05/09/2009

http://nosolonarco.foroactivo.com/

Volver arriba Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty Re: MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  Lola. 29.04.12 2:32

Buen relato, me ha gustado.... Cool
Lola.
Lola.

Cantidad de envíos : 1351
Fecha de inscripción : 08/10/2008
Edad : 36

Volver arriba Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty Re: MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  Agropecuario 29.04.12 19:51

Lola. escribió:Buen relato, me ha gustado.... Cool

Y a mi.. alguno hasta me ha puesto caxondo tongue Very Happy

Buen post y muy interesante
Agropecuario
Agropecuario

Cantidad de envíos : 607
Fecha de inscripción : 27/06/2009

Volver arriba Ir abajo

MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven)) Empty Re: MEMORIAS SEXUALES DE UNA PUTA. (De Cazador de Duendes, transcrito por Seven))

Mensaje  Dark Inside 07.05.12 18:01

Agropecuario escribió:
Lola. escribió:Buen relato, me ha gustado.... Cool

Y a mi.. alguno hasta me ha puesto caxondo tongue Very Happy

Buen post y muy interesante

Agrop... a ver si te vas a pajear a estas alturas icon.lol
Dark Inside
Dark Inside

Cantidad de envíos : 604
Fecha de inscripción : 14/09/2009

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.